Castro contó que lo fueron a ver a él para conseguir quién ayudara a la mujer a abortar: “Yo no conocía absolutamente a nadie y además le dije: ‘Mire, estoy en contra del aborto… lo de siempre’»
«Se fueron, nadie les dio contención. Les dije también: ‘vayan a ver a su ginecólogo…’”.
A los ocho meses, el hombre llamó a Castro “‘Hola, doctor, soy fulano, ¿se acuerda de mí? Decidimos abortar y no encontramos un lugar seguro para hacerlo y lo hicimos en un lugar que creíamos seguro y no lo fue y murió mi mujer y el nene. Usted quiso salvar una vida, y por supuesto no estaba en sus manos solucionar nada ni conocía a nadie, (pero) se perdieron dos vidas y mis hijos no tienen madre’”.
“‘Les confieso que eso pasó hace 38 años y no me puedo olvidar. La realidad demuestra que estos manejos dogmáticos no sirven para nada. Hay que ver cómo la mujer que decidió abortar se le da la contención y seguridad para hacerlo”.
Los Andes