Y agregó: «El apoyo agrícola urgente ahora es clave para contrarrestar el impacto y el empeoramiento de la situación en las vastas áreas rurales de Afganistán en las próximas semanas y meses».
Asimismo, tres millones de animales están en peligro.
«Esto puede empeorar la inseguridad alimentaria y es una mayor amenaza para la estabilidad de Afganistán», aclaró al mismo tiempo que informó que se trata de la «columna vertebral de la economía del país» en la que la producción de alimentos y los medios de vida agrícolas están sometidos a una presión extrema.
La siembra de trigo, por ejemplo, comienza a fines de septiembre y se extiende hasta octubre en muchas áreas. Sin embargo, la financiación actual solo permitirá ayudar a 110 000 familias.
Por su parte, la FAO pide u$s18 millones (unos 15 millones de euros) para ayudar a combatir la sequía, lo que ayudaría a 250.000 agricultores y sus familias.
En tanto, el Programa Alimentario Mundial (PAM) estimó a mediados de agosto que se necesitaban unos u$s234 millones de acá a finales de 2021 para garantizar la asistencia a las poblaciones más vulnerables de Afganistán.
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