Oscar Aguad: «Nuestras Fuerzas Armadas tienen muy pobre equipamiento y muy bajos salarios»

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El proyecto productivo de la fábrica cordobesa de aviones militares FAdeA. La posible culminación del submarino Santa Fe. La reestructuración del sistema de Defensa. Y la estigmatización de las Fuerzas Armadas. Son algunos de los temas que abordó el ministro de Defensa, Oscar Aguad, durante una entrevista con Infobae.

«FAdeA es el ejemplo más emblemático de nuestro fracaso como país», dijo Aguad al referirse a la empresa que hoy pugna por transformarse en un ejemplo de actividad estatal productiva.

El ministro reconoció a un gobernador peronista (el Brigadier Mayor San Martín) como el más férreo impulsor del desarrollo industrial aeronáutico del país. Y contrastó la debacle de la planta fabril con el exitoso modelo empresario de «Embraer», el gigante brasileño que produce en la actualidad 40 aviones por mes, habiendo nacido mucho después que la planta cordobesa.

Aguad visualiza a FAdeA como un intento de transformación de una empresa pública en una estructura competitiva y rentable que no sea una carga para los contribuyentes. «El avión Pampa es un sistema de armas para entrenamiento avanzado que se encuentra entre los mejores del mundo, proyectamos empeñarlo en el combate contra el narcotráfico en la frontera norte, y para eso vamos a artillarlo y a colocarles equipamiento especial en su nariz que permitan una eficiente identificación de objetivos», señaló.

-¿Es posible ver en FAdeA, un ejemplo de fijación de una política de Estado, que asegure que lo que se planea hoy no se deseche mañana?

-Cualquier estructura empresaria industrial debe posibilitar no solo la fabricación de algo, sino también generar las condiciones para poder vender su producción, si FAdeA produce solo aviones para la Fuerza Aérea, no será viable, ahora si podemos ubicar nuestro producto en la región, entonces si la continuidad de la empresa será viable.
De los aviones a los submarinos

-Así como Defensa maneja una fábrica de aviones, también opera el complejo negocio de la reparación de buques de gran porte. ¿Cuál es hoy la situación del astillero Tandanor?

-Tandanor anda muy bien, este año va a terminar el ejercicio con equilibrio en sus cuentas, se ha convertido en un taller de alto nivel para la reparación de buques de mediano y gran porte y ahora estamos tratando de tomar una decisión con respecto a los submarinos que se encuentran en sus gradas.

El ministro de Defensa se refiere a dos unidades navales gemelas al desaparecido ARA «San Juan». Uno de ellos es el «Santa Fe», el primer submarino que se comenzó a armar en el país fruto de la compra por parte de la Armada Argentina de la patente al astillero alemán Thyssen, cuando se incorporaron en la década del 80 el «San Juan» y el «Santa Cruz». La idea por aquellos días era la de comenzar a fabricar este modelo (TR 1700) en serie para abastecer las necesidades de la Armada y vender unidades al exterior. Cuando la primera unidad estaba a un 60% de su construcción, el gobierno de Carlos Menem negoció con Estados Unidos el cese de la industria armamentística local, discontinuando este proyecto como así también el del misil «Cóndor». La otra nave es el ARA «Santa Cruz» que está siendo sometida a la misma reparación que se le efectuara al «San Juan».

«En este momento estamos analizando si poner en servicio las dos unidades que se encuentran en Tandanor o si compramos submarinos nuevos. Es una decisión compleja que debe ser analizada por los especialistas navales», dijo Aguad. Hay que tener en cuenta que la serie TR1700 es una línea de fabricación que solo se construyó para Argentina, no hay similares en el mundo y la obtención de repuestos es poco menos que imposible ya que determinadas piezas de reemplazo deben ser fabricadas especialmente, lo que encarece sensiblemente la operación de estas unidades.

La situación actual de las Fuerzas Armadas

«El proceso de las FFAA hoy es de una gran reconversión del aparato militar. Esto tiene varias causas. Nosotros tenemos unas fuerzas armadas viejas, pensadas para otras situaciones, sin equipamiento. Tenemos la necesidad de reequiparlas, pero hay que hacerlo con los elementos que sean los adecuados para las nuevas amenazas que hoy tiene la defensa y que no son las mismas que el siglo pasado», sostuvo el ministro.

Y agregó: «La reconversión tiene que ver con el emplazamiento del Ejercito en el territorio y el afianzamiento de la defensa del espacio marítimo y aéreo. La otra cuestión fundamental es la defensa del Ciberespacio. Pasamos del peligro de ser atacados por un ejército de otro país, a la posibilidad que nos ataque una sola persona ubicada incluso en el exterior».

«En cuanto al control de la frontera norte, estamos aprendiendo a coordinar las tareas entre el sistema de Seguridad y el de Defensa, la diferencia entre ambas áreas de acción del Estado cada día se achica más en virtud también de las nuevas tecnologías. Por eso hay repensar y modificar las leyes de seguridad interior, de defensa y de inteligencia», señaló Aguad.

-¿Considera que la relación entre la civilidad y las Fuerzas Armadas está recompuesta o hay que seguir trabajando en ese sentido?

– Las Fuerzas Armadas actuales son totalmente distintas, no tienen nada que ver con las estigmatizadas Fuerzas Armadas de antes. Estas Fuerzas Armadas están alineadas con el poder político y ocupadas en la defensa del país. Las integran muy buena gente, muy buenos profesionales y muy capaces, son fuerzas con muy pobre equipamiento y muy bajos salarios, producto de una política de estigmatización que se ha dado en las últimas décadas.

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