Seis Torneos de Maestros, 100 finales, 70 títulos… los números de Roger Federer no dejan de sorprender ni siquiera en la temporada que cerró sin títulos de Grand Slam por primera en ocho años, y en la que quedó lejos de la pelea por el Nº1 del mundo.
El tenista suizo superó por 6-3, 6-7(6) y 6-3 al francés Jo-Wilfried Tsonga en una vibrante final del Masters de Londres y se convirtió en el “maestro” récord de la historia del tenis, superando la línea de Pete Sampras e Ivan Lendl.
Ya había ingresado en el reservado círculo de los jugadores con 100 finales encima, de las cuales ganó 70, cifra que lo ubican en el quinto lugar de la tabla histórica por detrás de Jimmy Connors (109), Lendl (94) y John McEnroe y Bjorn Borg, ambos con 77.
Federer finalizará la temporada como número 3 del mundo, detrás de Novak Djokovic y Rafael Nadal pero por delante de Andy Murray, quien lo había bajado del podio en las últimas semanas de la temporada; casualmente su peor campaña desde 2003, sin títulos “grandes”.
Pero hoy el helvético demostró, con 30 años en sus espaldas y dos hijas, que está lejos de acabarse su permanencia en la elite del deporte blanco, por más que le hayan aparecido competidores dignos de su estatura. Cuando Tsonga no logró devolver esa última pelota que Federer remató en la red, la historia volvió a darle la razón.
