Luego de que Mauricio Macri anunciara el reordenamiento del Gabinete, que tuvo como una de sus principales modificaciones el desplazamiento de los vicejefes Mario Quintana y Gustavo Lopetegui, el rol que tendrá en adelante Marcos Peña, hombre de máxima confianza del Presidente, fue objeto análisis durante toda la jornada.
En este contexto el ahora secretario de Cultura Pablo Avelluto se refirió a la relación que existe entre el poderoso funcionario y el Jefe de Estado y negó que existan roces entre ambos.»No hay competencia entre ellos, ambos son grandes líderes de equipos. Creo que pensar a Macri sin Peña es como pensar a Tom sin Jerry», graficó el funcionario, en alusión a la célebre dupla animada del gato y el ratón.
«Es una relación muy especial. Donde termina Macri empieza Marcos y donde termina Marcos empieza Macri, a tal punto que muchas veces es indistinguible uno del otro», agregó Avelluto.
Y completó: «Son dos aspectos de una misma manera de pensar y se complementan: hay una mirada estratégica de Marcos y una ejecutiva por parte de Mauricio».
«En términos de la visión estratégica, la construcción política y la mirada de hacia dónde estamos yendo, la idea de que no somos un partido conservador sino que estamos muy por delante en términos conceptuales de la Argentina futura que queremos construir, en ese sentido se complementan a la perfección», insistió en diálogo con La Nación.
Con Peña en el mismo lugar, los cambios que introdujo Macri se visualizan cosméticos. No seguirán Quintana ni Lopetegui, pero de vicejefe de Gabinete quedó Andrés Ibarra, el economista que acompaña al Presidente desde los tiempos de Sideco y Autopistas del Sol, y que lo siguió a Boca Juniors.
El ratificado Jefe de Gabinete todavía no habló. Ni siquiera ofició de vocero de las novedades del Gobierno, como lo hace habitualmente: envió a los ministros del Interior, Rogelio Frigerio, y de Desarrollo Social, Carolina Stanley.