Padre Gastón Cuello: «Los misioneros nos hicieron descubrir que somos hijos muy amados del Señor»

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Luego de una semana de intenso trabajo de evangelización, los misioneros de 9 de Julio y de Los Toldos (ambos pertenecientes a la Diócesis de 9 de Julio, provincia de Buenos Aires), regresaron a su lugar de origen. En la jornada del miércoles, compartieron la Santa Misa y una cena comunitaria de despedida.

La celebración Eucarística estuvo presidida por el padre Gastón Cuello (párroco de Cristo Rey) y fue acompañado por el sacerdote José Pedraza (párroco de la iglesia de Los Toldos). Además, participaron vecinos de Los Lagos, Los Naranjos, Villa Raquel, entre otros.

En su homilía el padre Cuello indicó, «Jesús es el primer misionero del Padre y nosotros siempre tenemos que volver a él porque nos va a enseñar cómo va a ser nuestra misión, debemos consultarle a él en oración».

Refiriéndose a la presencia de los misioneros expresó, «ellos han venido a ofrecer su vida, este ha sido el plan más importante para cada uno. El misionero debe alegrarse siempre en el Señor, hemos descubierto esa alegría en cada uno de ellos porque ha sido un tiempo de gracia el que hemos vivido en éstos años«.

Por otra parte el presbítero acotó, «los misioneros fueron en busca de la oveja perdida, han venido a nuestra comunidad, nos rescataron y nos hicieron descubrir que somos hijos muy amados del Señor». 

Cabe recordar que por IV año consecutivo, el padre José Pedraza y su grupo visitaron la ciudad de La Banda, «y su lema fue ‘No podemos callar lo que hemos visto y oído’; y lo han demostrado en cada visita. Gracias por tantos beneficios. Ahora seamos nosotros una comunidad misionera».

Pedraza

Finalizada la Santa Misa, el padre José Pedraza se dirigió a los presentes y manifestó, «nos vamos con el corazón lleno después de haber experimentado la presencia de Dios en estos cuatro años, hoy podemos decir juntos cuantas maravillas ha hecho el Señor en cada uno de nosotros».

Más adelante expuso, «ver los rostros de cada uno de ustedes, de los jóvenes que nos han acompañado en estos cuatro años hace que quiera agradecer con mayúscula todo lo que hemos compartido, como han abierto su corazón, su casa, contándonos sus dificultades, dolores y alegrías».

Para concluir el párroco expresó, «nos vamos explotados, llenos de la Gracia de Dios, la misión es compartir la vida, la fe, de ahora en adelante deben salir porque no pueden callar más lo que han visto y oído,  sigan anunciando  la presencia viva de Jesús».

Se debe destacar que el padre Pedraza le regaló a la comunidad de Cristo Rey la imagen de la Virgen de Luján.

En tanto la comunidad anfitriona también entregó un recordatorio a cada misionero que visitó La Banda; el presente consistió en una imagen de la Beata Mama Antula.

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