Este miércoles, la iglesia católica iniciará un tiempo muy importante: Cuaresma. Al respecto el padre Luis Cruz (párroco de la iglesia Santiago Apóstol) señaló, «es importante la transfiguración del rostro de nuestros hermanos, cómo transfigurar ese rostro de tristeza, desolación en un rostro de alegría, esperanza».
En diálogo con LA BANDA DIARIO el sacerdote explicó que Cuaresma, «es una preparación para la Pascua. Es un tiempo muy lindo, de desierto, de penitencia, es un tiempo de ayuno que uno va expresando los domingos, va manifestando los viernes de cuaresma».
Consultado sobre qué tipo de ayuno deberían hacer los cristianos precisó, «debemos ayunar de la envidia, de la cobardía, de la pereza, para que uno se alimente de otras cosas que son importantes. Deberíamos dejar atrás todo eso, para que uno empiece hacer el camino hacia la Pascua«.
El padre Cruz manifestó que el tiempo de Cuaresma, «hace referencia a la caridad, al tema del ayuno, de la oración que son las tres prácticas que uno irá mostrando. Frente a los desafíos debemos rezar más, ese diálogo con Dios, más profundo y cercano; donde pueda expresar lo que me está pasando».
«La oración debe ser de corazón a corazón; y a través de la caridad debemos ayudar a los demás a ponerse de pie», acotó el presbítero.
Por otra parte manifestó, «como parroquia Santiago Apóstol estamos viviendo un año jubilar. Esta cuaresma queremos vivirla en este contexto de salvación, de historia, rescatando y remarcando las riquezas que muchas personas dejaron en estos 120 años».
El padre Cruz también se refirió a la transfiguración del Señor, «cuando Jesús va a la montaña junto a los apóstoles, decimos que su rostro se volvió resplandeciente; es importante la transfiguración del rostro de nuestros hermanos. Cómo transfigurar ese rostro de tristeza, desolación en un rostro de alegría, esperanza».
Finalmente el párroco de Santiago Apóstol manifestó, «la palabra es fundamental es lo que nos brinda los elementos necesarios para contrarrestar los desafíos de hoy. La palabra no pierde vigencia, porque siempre habla de lo fundamental, nos ilumina y nos muestra los anhelos más profundos como la libertad, la dignidad, el amor, la alegría, esperanza. Lo que el hombre anhela la encontramos en esa palabra; cuando uno la va leyendo va encontrando respuestas frente a los problemas de la vida cotidiana».