«Tenemos mujeres que mueren por abortos mal practicados, es un tema de salud pública que existe, pero no acepto que para mejorar esta situación estemos coartando la vida de otro», afirmó Michetti en una entrevista con el canal América.
Michetti defendió su postura «desde un humanismo recalcitrante, que no tiene que ver con religión sino el primer derecho es el derecho la vida».
«Con el privilegio de haber podido a vivir siento que no tengo ningún derecho para decidir sobre la vida de los demás», agregó.
Aunque admitió que en los países en los que se legalizó el aborto bajó la mortalidad materna, dijo que en ninguno «se eliminó el aborto clandestino con esta medida».
En esa línea marcó que es necesario intensificar las políticas de educación sexual y reparto de anticonceptivos para «ir educando cada vez para que no exista ningún tipo de aborto».
«Ir a favor de la vida es ir a favor de la naturaleza», sintetizó la vicepresidenta.
«El mundo está queriendo apoyar a la Argentina porque se eligió el camino correcto», apuntó y remarcó que «no es que el Fondo el que le dictó qué es lo que tenía que hacer la Argentina sino que apoyó el programa argentino».
Por último, consultada por las personas con discapacidad y el otorgamiento de pensiones por invalidez, dijo es un tema «bastante complicado».
Sobre este punto dijo que el programa había empezado como una asistencia a personas con incapacidad laboral, pero que hoy «hay gente que sin incapacidad laboral que está incluída en el programa» que consta en una pensión vitalicia de 6.000 pesos por mes.
«Entonces -afirmó- no sólo el 88% del programa es asistencialismo que no sirve», sino que «además tenemos en ese porcentaje gente que siquiera tiene discapacidad».
«Hay que revisar mucho toda la política de discapacidad (porque) pensamos que aproximadamente cerca de un tercio de ese millón podrían no tener discapacidad», concluyó.
Télam/Los Andes