“Pobres criaturas”: la candidata al Oscar que reintroduce la voz femenina en discursos filosóficos

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"Poor Things" se posiciona como una crítica a los discursos filosóficos dominantes. (Créditos: Searchlight Pictures)

Yorgos Lanthimos encontró una musa —con o sin nombres— en un cine notablemente femenino, después de experimentar la excentricidad completa con El sacrificio del ciervo sagrado, (2017), La langosta (2015) y su previo debut cinematográfico, Canino (2009). En el año 2019, se llevó el premio Oscar a Mejor director por La favorita, un drama histórico inspirado en Ana de Gran Bretaña, la última gobernante británica de la Casa de Estuardo. Esta también fue la primera vez que el cineasta griego coincidió en un proyecto con Emma Stone, la actriz que ahora solidifica su singular visión con Pobres criaturas (Poor Things) y quien podría elevar su segunda estatuilla como Mejor actriz en los Oscar 2024.

El guion, escrito por Tony McNamara, se basa en la novela homónima de Alasdair Gray, una publicación de 1992 que en su momento fue relacionada con Frankenstein de Mary Shelley por sus elementos similares. Aunque con torpeza y cruzando hacia lo mórbido, Lanthimos convierte sus sets en escenarios perfectos para brillantes actuaciones de mujeres. Para quienes aún creen que su nuevo film continúa lo hecho antes con Olivia Colman como la Reina Ana, Poor Things conserva la rareza… pero la multiplica unas 100 veces y traslada cuestiones tan humanas como el descubrimiento del placer sexual y los vacíos emocionales hacia un extremo plano filosófico; el largometraje en su totalidad es tanto una transformación de su protagonista como de su propio abordaje de la historia.

"Pobres criaturas", la apuesta de Lanthimos que desafía los límites de la ciencia y la ética. (Créditos: Searchlight Pictures)«Pobres criaturas», la apuesta de Lanthimos que desafía los límites de la ciencia y la ética. (Créditos: Searchlight Pictures)

El punto de partida es Godwin Baxter (Willem Dafoe), un doctor con un historial familiar traumático que él mismo no toma en serio. Su creación es Bella Baxter (Stone), una joven que “trajo a la vida” en un experimento que, a todas luces, desborda una fantasiosa antiética científica. De hecho, todos sus experimentos lo son, pero nunca se le presenta como una figura oscura. Al contrario, es un sujeto con un cercano vínculo a su “hija”, pues Bella parece una mujer, pero tiene la capacidad mental de una bebé. Su proceso de aprendizaje se va puliendo con la ayuda de Max McCandless (Ramy Youssef), el empático ayudante de God que se flechó de Bella en primera instancia.

La verdadera aventura de Bella, como ella misma narra, no llega hasta que tiene su primera revelación sexual: el orgasmo. Lo que sigue después es como un desencadenante de ese placer recién descubierto, incluso la función que cumple Duncan Wedderburn (Mark Ruffalo) como el fogoso amante. En principio, todo parece una mala idea hecha a base de un discurso misógino. Una mujer con severas carencias cognitivas para su aparente edad se enrumba completamente sola en un viaje, y no sólo eso, sino que con la necesidad física de probar el sexo por primera vez. ¿Y por qué nadie la detiene? God (y es tan apropiado que su sobrenombre sea básicamente “Dios”) tiene la respuesta: existe algo llamado libre albedrío.

La visión cinematográfica de Lanthimos sigue sorprendiendo con su enfoque en personajes femeninos. (Créditos: Searchlight Pictures)La visión cinematográfica de Lanthimos sigue sorprendiendo con su enfoque en personajes femeninos. (Créditos: Searchlight Pictures)

Las preguntas del ser y la filosofía en “Poor Things”

Conforme Bella va aprendiendo más sobre el mundo fuera de su solitaria habitación, los colores se van haciendo más vibrantes en Pobres criaturas hasta llegar a un punto —en París— donde la cinematografía es más lúgubre y carece de componentes coloridos. Bella no sólo aprende el lenguaje, también va encontrando literalmente su forma de caminar por el mundo. Sumado a ello, se hace constantemente preguntas que son más habituales escuchar en la infancia y en la filosofía. Las interrogantes que ella se plantea son una forma de hallarse más allá de un mero instrumento para el placer sexual, sino como un individuo con capacidad de pensamiento sin abandonar este gusto por el sexo. Un “Frankenstein” humano, porque si de algo carecía el monstruo, era de raciocinio, por más humanización de por medio. Curiosamente, “monstruo” es una palabra que se aplica a ella en la trama.

Que el personaje sea justamente una mujer tampoco es una casualidad. Los grandes pensadores de la filosofía de los siglos pasados fueron, en su mayoría, hombres. Hombres que escribían para hombres. Hombres con problemas de hombres y respuestas de hombres. Bella no es ni será la última en preguntarse por qué ninguno de esos textos está hecho para ella. Y es que una de las más dolorosas deudas de esta disciplina académica es que no se contempló en conjunto con el pensamiento femenino por motivos de contexto, política, prácticas sociales, religión, entre otros.

Pobres criaturas, dirigida por Yorgos Lanthimos, acumula 11 nominaciones en los premios Oscar 2014, incluidas las categorías de Mejor película y Mejor actriz principal. Emma Stone ya se llevó el Globo de Oro por su protagónico como Bella Baxter y está a un solo paso de obtener su segundo Oscar luego de La La Land. El film se estrenó en los cines de Argentina el pasado 18 de enero y está disponible en MéxicoColombiaPerú Chile a partir del 25 de enero de 2024.

Fuente Teleshow

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