Un «perrito» inglés fue sometido a una estricta dieta luegod e subir hasta los 58 kilos, en un caso considerado inédito.
Cassie, de 7 años, de la raza Collie, debería pesar entre 18 y 20 kilos, pero ya casi llega a los 60.
El perro que vive con un anciano comía pescado y papas fritas los viernes, además de asados completos los domingos.
El director veterinario Chris Laurence, dijo: «Este nivel de obesidad extrema que ha tomado es probable que sea el resultado de una dieta inadecuada a base de alimentos para humanos».
Fuente: La Voz del Interior