La provincia de Chubut pasó el miércoles a la historia por ser la primera en otorgar marihuana medicinal para un tratamiento terapéutico de salud. La beneficiada por la medida fue Micaela, una niña de 13 años que padece el Síndrome de Dravet, una extraña enfermedad caracterizada por repetitivos episodios de convulsiones epilépticas.
El 22 de septiembre, el gobernador Mario Das Neves protagonizó el primer hito al respecto al aprobar la ley «I N 588», en la cual se habilitaba la entrega de aceite de cannabis en los hospitales públicos de la región. Así, la madre de Micaela, Carola Vera, fue la responsable de retirar la primera dosis establecida por la obra social pública de la provincia SEROS.
La mujer, que anteriormente había conseguido el aceite en el exterior, expuso su satisfacción al recibir la medicación, que demás le fue entregada con el 100% de la cobertura.
«Estaba preocupada porque tenía poco aceite para Mica. Este llegó justo», reveló en declaraciones a Radio Del Mar.
Micaela había iniciado su tratamiento con cannabis hace unos meses, pero la acción terapéutica se dificultaba demasiado ya que el producto debía ser importado desde Estados Unidos y ella tenía que viajar a Buenos Aires para retirarlo de la Aduana.
De tal manera, la propia Carola Vera hizo público su reclamo y el concejal del Frente para la Victoria, Guillermo Alimrón, tomó la posta y presentó el proyecto que luego sería aprobado por unanimidad por el resto de los concejales. Asimismo, el diputado provincial Gustavo Fita asumió la misma medida y presentó un nuevo escrito en el que se solicitaba la inclusión del aceite al vademécum de SEROS. También encontró una resolución favorable.
«Estoy feliz por haber podido allanar el camino para otros padres. Sugiero que las personas que tengan problemas con sus hijos que no puedan resolver que no dejen de ver todas las alternativas. En nuestro caso pudo ser controversial, pero sabíamos que era posible», afirmó Vera.
La enfermedad de Micaela es muy poco común y genera un sufrimiento importante para quien la padece. Se trata de una epilepsia multifocal y supone la aparición de crisis muy repetida y hasta durante varios momentos del día. «Lo de Micaela fue empeorando cada vez más. Llegó a sufrir hasta 10 convulsiones por día, de las cuales muchas alcanzaron los 35 minutos consecutivos», explicó en su momento el diputado Fita a la agencia Télam.
La niña llegó en su momento a ingerir unas 27 pastillas diarias, pero no fueron suficientes como para mejorar sustancialmente su cuadro clínico.
La familia de la niña celebró la primera entrega del aceite cannábico para el tratamiento y, por el momento, espera que en un futuro se pueda agilizar el proceso de entrega, ya que en muchos casos la necesidad del medicamento resulta inmediata.
