La Banda se unió a la celebración del IV Aniversario de la Beatificación de Mama Antula a través de la santa misa que se realizó en el barrio que lleva su nombre.
La celebración, sin presencia de fieles, estuvo a cargo del padre Gastón Cuello quien destacó la figura de Santa Mónica y Mama Antula como verdaderos ejemplos de servicio al Señor.
«Éstas lecturas nos hablan de todo lo que ellas han hecho y todo lo que nosotros también estamos llamados a hacer. La primera lectura señala que todos los bienes y las gracias que hemos recibido no son para malgastar sino para hacerlo producir, para que de sus frutos», señaló.
«En tiempos muy difíciles -continuó- Santa Mónica rezaba por su hijo San Agustín porque sabía que estaba acompañada con el don de la gracia de Dios; y Mama Antula al irse los Jesuitas no le hechaba la culpa a Dios sobre esas injusticias, sino que esa gracia que tenía en el bautismo la hicieron dar frutos para los demás. Hoy también nosotros estamos llamados a esto; no hay nada que pueda ser dificil para Dios».
Asimismo resaltó: «No hay nada imposible para Dios. En este Año Mariano Nacional, ‘Servidores de la Esperanza con María’ también nosotros debemos sentir, latir como latía el corazón de éstas mujeres porque la gracias de Dios nos acompañan y ¿que significa esto? que Dios está con nosotros. Este Padre providente que María Antonia sentía, que le quemaba y no podía guardarse para sí, también está con vos y conmigo, también nos invita a nosotros».
«Ella con esos pies descalzos, con las dificultades de ese tiempo pudo ¿por qué nosotros no? ¿qué nos falta si lo tenemos a él? si con él no nos falta nada. Cuántas veces éstas mujeres no habrán sentido el peso, una el dolor de madre y la otra el cansancio de no saber si podría alimentar a tantas personas que iban a los ejercicios espirituales y dijeron ‘todo lo puedo en Cristo que me fortalece'».
Más adelante destacó: «El servidor es el que está siempre aguardando la venida del Señor y que lindo que nosotros nos preguntemos si todo lo que hemos recibido lo estamos poniendo en práctica o somos esos servidores que están esperando que hagan los otros. Hoy nos piden que escuchemos la llamada; ellas siempre han estado en oración y han llevado el mensaje porque sabían que otros estaban dormidos».
Finalmente exhortó: «Sigamos orando y estemos siempre prevenidos porque el Señor nos quiere obreros y que estemos siempre trabajando por su reino. Que el Señor nos anime y podamos ser como ellas servidores de la esperanza».