El canciller de Gran Bretaña, Boris Johnson, renunció este lunes a su cargo, según informó el gobierno de la premier Theresa May, en medio de tensiones en las negociaciones por el Brexit.
«Esta tarde, la primera ministra aceptó la renuncia de Boris Johnson como Secretario de Exteriores. Su reemplazo se anunciará en breve. La primera ministra agradece a Boris por su trabajo», indicó un portavoz del gobierno británico.
«No estamos de acuerdo en la mejor manera de honrar nuestro compromiso resultante del referéndum de 2016», explicó por su parte May, de acuerdo a AFP, y en relación a la votación que terminó la salida de su país de la Unión Europea (UE).
La renuncia de Johnson tiene lugar horas después de la salida del ministro del Brexit David Davis, luego de que la mandataria británica lograra con dificultad un acuerdo con su gabinete para una estrategia de abandono de la UE que incluye un plan para mantener una estrecha relación económica con tras abandonar el bloque.
Además, tras la dimisión de Davis dejó también el gobierno su segundo, el secretario de Estado para el Brexit, Steve Baker.
El proyecto de Brexit «blando» o «suave», que incluye una zona de libre comercio entre el Reino Unido y la UE, es resistido por quienes promovieron la votación de 2016, como Johnson, Davis y Baker, y que pretendían en cambio cortar por lo sano con los socios europeos, y sobre todo en sus regulaciones y con la justicia europea, para dedicarse a tejer acuerdos de libre comercio con países como Estados Unidos o Australia.
Davis negó que quisiera encabezar una rebelión interna contra May, pero la dimisión de Johnson acerca esa posibilidad por la debilidad parlamentaria de la primera ministra, que tiene que apoyarse en los unionistas norirlandeses para gobernar.
Al momento Johnson no ha dado explicaciones sobre su decisión de dejar el cargo ni sobre especulaciones sobre un posible intento de su parte de liderar una moción de censura contra May, tras lo cual podría convertirse él mismo en candidato a primer ministro.
En medio de esta crisis del gabinete, la libra esterlina comenzó a caer frente al dólar un 0,22%, hasta ubicarse en 1,3254 unidades de la monedad estadounidense.
