Charmaine Keevy sacó a pasear a su perro, George, y en un momento del trayecto el animal empezó a ladrarle a una boca de tormenta. Entonces lo oyó: de la alcantarilla salía el llanto de lo que pensó que era un gatito, informó el sitio Daily Mail.
Keevy, de 63 años, buscó ayuda en los autos que pasaban por la calle y encontró a Cornie Viljoen, un hombre de 60 que deambulaba en su auto por a zona.
Juntos removieron la laja que tapaba la alcantarilla y encontraron, en vez de a un gatito, a una bebé desnuda al borde de la hipotermia que estaba recostada al lado de un nido de hormigas coloradas.
Cornie descendió dos metros por la tubería y tomó a la bebé. «Las hormigas me atacaron las piernas pero cuando sentí la pierna de la bebé me di cuenta de que era la escena de un crimen y le saqué una foto y le entregué mi teléfono a Charmaine», contó el hombre.
La bebé tuvo suerte porque el nido de hormigas estaba en un recodo del túnel un poco más arriba de donde la habían arrojado. «La quise alzar un buen rato pero sabía que necesitaba ayuda médica», agregó Cornie.
La bebé, que recibió el nombre de Grace April (Gracia de Abril) todavía tenía el cordón umbilical adherido así que piensan que tiene apenas un par de días de vida pero pasó varias horas en el fondo de la alcantarilla.
Fuente: MinutoUno
