El ministro del Interior Rogelio Frigerio participó esta tarde de la asunción de la flamante gobernadora de Tierra del Fuego, Rosana Bertone, y prometió que el Gobierno no abrirá «de forma indiscriminada» la importación, luego de recorrer tres plantas de producción electrónica junto al vicejefe de Gobierno porteño Diego Santilli, el ministro de Educación Esteban Bullrich, el presidente de la Cámara de Diputados Emilio Monzó y el secretario de Deportes Carlos MacAllister.
El ministro dijo que no se abrirán las importaciones «en forma indiscriminada» y garantizó que el Estado utilizará «todas las herramientas para cuidar todos y cada uno de los trabajos en Argentina». Al participar del acto de asunción de Bertone, Frigerio admitió estar «muy preocupado» por «la situación financiera, el aspecto fiscal y social de la provincia».
Frigerio y Bertone ya se habían visto ayer por la noche, cuando participaron de la cena de fin de año de Banco Macro, en Ushuaia, en donde también estuvieron Monzó, el gobernador de Salta Juan Manuel Urtubey, la ministra de Seguridad Patricia Bullrich y el senador nacional Juan Abal Medina.
Frigerio defendió el fin del cepo porque «no era posible vivir en un país con tantos tipos de cambio diferentes». Además, aseguró que el Banco Central cuenta con reservas suficientes «para poder intervenir con firmeza en el mercado» ante eventuales turbulencias con relación a los movimientos del billete verde.
«Teníamos que liberarnos rápido del cepo para volver a crecer», justificó el funcionario, mientras que sostuvo además que el objetivo del Gobierno es «liberar a la Argentina de la pobreza y del hambre», y subrayó: «Por eso no podíamos perder más tiempo».
«Tenemos previsto llegar al equilibrio fiscal y a una inflación de un dígito para el final del mandato», destacó el ministro.
