La explosión arrojó al mar una de las vías del puente, construido por iniciativa del presidente ruso, Vladimir Putin, e inaugurado en 2018, cuatro años después de la anexión rusa de Crimea.
Hoy, el Ministerio de Transportes ruso precisó que los trenes de pasajeros de Crimea a Rusia estaban «funcionando según el plan habitual».
También se organizaron ferris entre Rusia continental y la península.
El Kremlin no acusó inmediatamente a Ucrania del ataque.
Según el organismo encargado de las principales investigaciones penales en Rusia, el camión y su propietario, sospechosos de estar detrás de la explosión, fueron identificados.
El dueño sería un habitante de la región de Krasnodar, en el sur de Rusia, informaron ayer los investigadores, que anunciaron la apertura de una pesquisa sobre su lugar de residencia, el trayecto del camión y los documentos.
Imágenes de cámaras de seguridad que circulan por redes sociales muestran una enorme explosión durante la noche, que parece haberse producido al paso de un camión.
Otras imágenes exhiben la línea de ferrocarril en llamas y un tramo de la autopista derrumbado.
Ucrania reivindicó el ataque, pero varios responsables formularon comentarios irónicos y burlones. La oficina ucraniana de correos dijo que fabricaría un sello para celebrar la ocasión y que tenía ya listo el diseño. Sin embargo, Kiev amenazó en varias ocasiones con bombardear este puente, que también sirve para el suministro de sus tropas en Ucrania.
El dirigente de Crimea, Serguei Aksyonov, pidió a los habitantes mantener la «calma», afirmó que la situación estaba «bajo control» y añadió sin embargo que existía «un deseo sano de tomar represalias».
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