La orden de Putin de la semana pasada de cobrar a los países «no amistosos» en rublos por el gas ruso dio impulso a la moneda tras tocar mínimos históricos cuando Occidente impuso amplias sanciones contra su país por la invasión militar en Ucrania, lo que también hizo subir los precios del gas en Europa.
La medida suscitó fuertes críticas de los países europeos, que pagan el gas ruso sobre todo en euros y dicen que Rusia no tiene derecho a modificar los contratos. Hasta ahora, Moscú ha cumplido sus obligaciones contractuales de suministro de gas a Europa.
Peskov dijo que Rusia, que dice estar llevando a cabo una «operación militar especial» en el territorio ucraniano y tiene derecho a defenderse de las sanciones, ha sido y será un proveedor fiable del hidrocarburo. Las empresas extranjeras tendrán que comprar rublos y utilizarlos para hacer pagos por el gas, añadió.
Por otra parte, Valentina Matviyenko, presidenta de la Cámara alta del Parlamento, dijo que gasa está preparada si Europa se niega a comprar suministros energéticos rusos.
Si eso ocurriera, podría redirigir los suministros a los mercados asiáticos, entre otros, según citó la agencia de noticias TASS.
Ámbito