Sergio Schoklender: "Si quiero, puedo comprarme una Ferrari, un avión o más"

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Crédito foto: Nicolás Stulberg

“Yo creo que estoy en condiciones de comprarme una Ferrari o una avión. Tengo el patrimonio para acceder, si quisiera. Y, además, por mis honorarios (como abogado)

”, declaró Schoklender en una entrevista exclusiva con Eduardo Feinmann en C5N.

La aclaración del ex apoderado de la fundación vino a colación de una consulta sobre los viajes en aviones privados que realizó durante su gestión para las Madres de Plaza de Mayo, para los cuales contrató una empresa denominada Meldorek, de la cual dijo no ser accionista.

Sí hay un accionista que es muy amigo mío, pero yo no tengo nada que ver con la firma. Además, conozco a la mayoría de los dueños, pero no es mi tarea difundir sus nombres si ellos no lo desean”, declaró.

Admitió en cambio que sí recibió dinero por parte de esta firma en concepto de consultor técnico, en virtud de honorarios que facturó por su rol como abogado.

«Los aviones no eran míos, pero si quisiera podría tenerlos. Y también mucho más. Y una Ferrari… Pero más allá de una Ferrari, yo compro máquinas, porque mi pasión es otra. Yo soy un ingeniero frustrado y lo que verdaderamente me apasiona es eso«, declaró.

Schoklender indicó que nunca utilizó esos viajes privados, financiados por las Madres, para ir de vacaciones con su familia a Bariloche, en vuelos que fueron cotizados por encima de los u$s7 mil. Sin embargo, reiteró: «Por mi nivel de ingresos, lo hubiera podido pagar si quisiera».

Schoklender juró que no se enriqueció con fondos públicos pertenecientes a la fundación y aclaró que además lo puede probar. “Está en mis declaraciones de impuestos, en lo que facturo, en lo que declaro”, reiteró.

El ex apoderado indicó que continúa teniendo un amor filial con Hebe de Bonafini, pese al escándalo que se generó por su salida de la Fundación, y relató: «En estos días hablamos y me retó, como toda madre reta a su hijo, pero no quiero dar más detalles; son conversaciones privadas».

Schoklender se refirió también a las acusaciones sobre su pasión con el casino de Buenos Aires. “Recuerdo que la última vez que fui fue a mediados del gobierno de Néstor Kirchner. Alguna que otra vez fui durante mis vacaciones, pero no más que eso”, explicó.

También negó tener un departamento en una zona exclusiva, pero sí admitió que puso en marcha la construcción de un barrio privado conjuntamente con la comunidad toba, en el marco del programa Sueños Compartidos.

Schoklender rechazó también las versiones que indicaban que se transportaba a diario en un automóvil blindado y se declaró fanático de las motos. “Me he dado varios palos”, reflexionó.

Consultado sobre su estilo de vida y la compatibilidad con las funciones que ejerció para las Madres de Plaza de Mayo, declaró: “Ellas no veranean nunca, no esquían, son casi chiitas en su conducta… Viven para la política y para la defensa de la memoria de sus hijos y dan la vida por ello… Y yo no: a mí me gusta pasear, me gusta compartir con mi familia”.

“Como todas las personas, puedo tener virtudes y defectos, pero todo lo que hago lo hago con la mayor honestidad. Me arrepiento de muchas cosas todos los días de mi vida”, completó.


«No debo nada a la Justicia»
El ex apoderado recordó que fue juzgado y condenado por la muerte de sus padres y que no le debe «nada» a la Justicia, ya que cumplió la pena y, además, el delito ya prescribió.

Asimismo enfatizó que nunca se peleó con su hermano, Pablo, a quien dijo adorar. «Antes de levantarle la mano a mi hermano, me corto un brazo«, lanzó. Y explicó: «Nunca en mi vida usé una pistola. Nunca tuve un arma en mis manos».

Fuente: Infobae

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