No hay con qué darle: River no tiene poder de fuego. Si hacía falta alguna prueba más, quedó certificado este sábado por la noche cuando el equipo de Marcelo Gallardo, en el Monumental, volvió a empatar 0 a 0, esta vez contra Argentinos. Lleva 392 minutos sin convertir un gol.
Jugó un buen partido, generó situaciones y convirtió en figura al arquero del Bicho, Lucas Chaves, pero una vez más quedó preso de su baja efectividad. Salvo por la Copa Argentina, donde camina a paso firme, River empató por cuarta vez consecutiva, siempre con el mismo resultado.
De ese póker de igualdades, tres se dieron por la Superliga (Huracán, Belgrano y Argentinos) y una por la Copa Libertadores (Racing). Dos de esos duelos fueron de local. En las últimas semanas se dio el mismo síntoma: posesión de la pelota, generación de oportunidades pero poco peso en el área rival.
Pero también es cierto que en el mismo River conviven dos realidades: el equipo que no puede convertir y el que sabe cómo cuidar su arco. Tal es así que ante Argentinos Franco Armani llegó a 890 minutos sin recibir goles, lo que lo posiciona como el segundo arquero con la mejor marca histórica en la Primera del fútbol argentino. Por delante sólo tiene el récord de Carlos Barisio, de 1076 minutos.
Liderado por Juan Fernando Quintero, River tropezó en los últimos metros. Lucas Pratto, una vez más, volvió a dejar en claro que juega más para el equipo que para él.
Pero el partido comenzó bien para el Millonario. Todo daba a entender que por fin iba a poder ganar en la Superliga. Antes de los 15 minutos hubo dos jugadas polémicas en las que River reclamó penal a Nacho Fernández. Fernando Rapallini, no obstante, decidió no sancionar ninguno.
Por otra parte hay preocupación por el Pity Martínez, quien salió lesionado a los 11 minutos del complemento. Aunque el parte oficial dice que sólo arrastra una sobrecarga muscular en su pierna derecha, las pocas horas que quedan para el choque con Racing por la Copa Libertadores (el miércoles) podrían no ser suficientes para que se recupere de la mejor manera.
Con el de este sábado Gallardo acumula 250 partidos como entrenador profesional. A la espera del choque del miércoles contra Racing por la Copa Libertadores, el Muñeco tiene que encontrar la fórmula que le permita romper la sequía. Antes de que sea tarde.
