Desde entonces, las autoridades azeríes quieren retomar su control, aunque sea a la fuerza. Las negociaciones de paz están en punto muerto desde hace años.
Un conflicto mayor entre Armenia y Azerbaiyán podría generar la intervención de potencias rivales en la región, como Rusia y Turquía.
Un vocero del Ministerio de Defensa azerí anunció que el ejército de su país había conquistado este domingo seis pueblos bajo control armenio en los combates en Nagorno-Karabaj.
Rusia pidió este domingo el cese de los combates, instando a las partes «a un inmediato alto el fuego y a entablar negociaciones para estabilizar la situación». Ambos bandos se acusan mutuamente de haber iniciado las hostilidades.
La Unión Europea (UE) y Francia también exhortaron a un alto el fuego. Mientras que el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, aliado tradicional de Azerbaiyán, renovó su apoyo a este país en conversación telefónica con su homólogo azerí.
«Hay muertos y heridos entre los civiles y los militares«, declaró la presidencia de Azerbaiyán, mientras que el mediador público de Karabaj dijo que había «víctimas civiles» en la población de la región.
A su vez las autoridades de región separatista de Nagorno-Karabaj decretaron la «movilización general». Su ministerio de Defensa indicó haber destruido 4 helicópteros, 15 drones y diez tanques azeríes
Las dos antiguas repúblicas soviéticas están en conflicto desde hace décadas por la región secesionista de Nagorno-Karabaj. Separatistas y azerbaiyanos se enfrentan de forma recurrente, pero también lo hacen directamente Armenia y Azerbaiyán.
Estos dos países ya se enfrentaron en su frontera norte el pasado mes de julio en los combates más graves desde 2016 y que hicieron temer la desestabilización de la región. Entonces Rusia, Estados Unidos y la Unión Europea, pidieron a ambos que pusieran fin al conflicto mientras que Turquía brindó su pleno apoyo a Bakú.
Azerbaiyán cuenta con inmensas reservas de petróleo, lo que le permite cuantiosos gastos militares. Armenia, mucho más pobre, es un país más cercano a Rusia, que tiene ahí una base militar.
Moscú vende armas a ambos países, pero se ha erigido en árbitro en la región, evitando de momento una guerra abierta.
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