El sonido de las bombas se escuchaba desde esta localidad, que fue blanco ayer de varios obuses de los separatistas. Uno de ellos cayó sobre una guardería de niños, aunque no hubo víctimas. Estos bombardeos avivan la tensión existente entre Rusia y los países occidentales, que temen una invasión de Ucrania por parte de Moscú, que ha desplegado casi 150.000 militares en la frontera.
Ucrania y varios países occidentales acusaron a Rusia de buscar un pretexto para invadir a su vecino y estos crecientes enfrentamientos entre el ejército ucraniano y los separatistas podrían ser, según ellos, la excusa perfecta.
En ese contexto, el portavoz de la Milicia Popular de la autoproclamada república popular de Lugansk (RPL, prorrusa), Iván Filiponenko, afirmó hoy que la tensión en la línea de contacto en Donbass «aumentó drásticamente».
«Se tensa drásticamente la situación en la línea de contacto», dijo Filiponenko, al agregar que el Ejército ucraniano abre fuego sistemáticamente contra el territorio de la RPL, reprodujo la agencia de noticias rusa Sputnik.
Según el portavoz, estas violaciones del armisticio tienen por objetivo provocar a la Milicia Popular para que responda al fuego y de este modo «crear un pretexto para el inicio de la agresión ucraniana en Donbass».
En cambio, el ministro de Defensa de Ucrania, Alexéi Réznikov, intentó bajar la tensión en esa región. «De ninguna manera estamos subestimando la amenaza, pero consideramos baja la posibilidad de una gran escalada frente a la posibilidad de una invasión general de Ucrania», dijo Réznikov en su discurso en la Rada Suprema (Parlamento de Ucrania), recogió Sputnik.
Desde abril de 2014 Ucrania lleva a cabo una operación contra las milicias en Donbass, donde se proclamaron las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk, en respuesta al violento cambio de gobierno ocurrido en febrero del mismo año.
Los Acuerdos de Minsk -Bielorrusia-, suscriptos en septiembre de 2014 y en febrero de 2015, sentaron las bases para una solución política al conflicto, pero no han derivado hasta ahora en su cese.
Las hostilidades han dejado hasta la fecha más de 14.000 muertos, según estimaciones de la ONU.
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