En el año que termina, Diputados sesionó tan solo siete veces, mientras que la Cámara alta tuvo diez encuentros, entre reuniones ordinarias, de prórroga, preparatorias o extraordinarias.
Nunca en la última década había habido un año legislativo tan inactivo. La anterior marca la ostentaba el 2004, cuando la Cámara baja había sesionado once veces y el Senado, diez. Ambos períodos se ubicaron muy lejos del 2007, cuando Diputados bajó al recinto 38 veces y el Senado, 32, de acuerdo al informe difundido por la consultora EGES.
La poca actividad parlamentaria se debió mayormente a que muchos de los legisladores del Congreso ponían en juego sus bancas o competían por puestos en sus respectivas provincias. A eso se sumó que en el país hubo elecciones desde el mes de marzo, cuando Catamarca eligió gobernador y legisladores provinciales, hasta octubre, cuando se votaron Presidente, nueve gobernadores, diputados y senadores nacionales.
Un cambio en esta tendencia se registró luego de las elecciones primarias, abiertas, simultáneas y obligatorias del 14 de agosto. Al haber logrado Cristina Kirchner un resultado que prácticamente le aseguraba la victoria en los comicios de octubre, los partidos de la oposición pusieron la mira en la campaña por el Congreso.
Tanto la Unión para el Desarrollo Social, como el Frente Popular y la Coalición Cívica hicieron un llamado a la ciudadanía para que los votasen para garantizar el «equilibrio de fuerzas» en el Parlamento.
