Abbot mantuvo una larga reunión con el fiscal general de Texas, Ken Paxton, en los últimos días, según informó The New York Times.
El gobernador está abierto a distintas opciones antes de avanzar con la decisión, pero demostró en varias ocasiones estar preocupado por las «consecuencias no deseadas» si no se toman medidas, consignó la agencia Europa Press.
La semana pasada insistió con el tema luego de reunirse con miembros de las fuerzas de seguridad en San Antonio:»¿Es algo que estamos analizando? Sí».
«Hay leyes federales por las que las fuerzas del orden pueden ser procesadas si toman a alguien sin autorización y lo devuelven inmediatamente al otro lado de la frontera», explicó.
El gobernador texano dio la orden en las últimas semanas a la Guardia Nacional para que controlaran los puestos fronterizos y ordenó inspecciones de seguridad de los camiones provenientes de México, lo que provocó una interrupción del comercio internacional.
Además, Abbott impulsó la construcción de 32 kilómetros de nuevas vallas fronterizas, destinó prisiones estatales para el internamiento de inmigrantes y utilizó colectivos para llevar a los inmigrantes desde Texas a Washington.
«Para ayudar a los funcionarios locales cuyas comunidades se ven agobiadas (…) Texas está proporcionando ómnibus chárter para enviar a estos inmigrantes ilegales, que han sido dejados por la administración de Biden, a Washington (…) donde la administración de Biden será capaz de resolver de manera más inmediata las necesidades de las personas que están dejando cruzar a través de nuestra frontera», señaló el gobernador.
Ámbito