El juez subrogante Rodolfo Cresseri, aceptó su competencia en la causa por la denuncia de amenazas al árbitro Sergio Pezzotta, durante el partido entre River Plate y Belgrano de Córdoba, del pasado 26 de junio en el Estadio Monumental, ya que estaba de turno cuando ocurrieron los hechos.
Fuentes judiciales confirmaron a Infobae.com que la aceptación del caso por parte del magistrado destraba el conflicto de competencia entre la jueza de instrucción Wilma López y el juzgado de instrucción 15 acargo de Cresseri, que había estancado el desarrollo de la investigación.
La magistrada entendió que el caso le correspondía a Cresseri porque estaba de turno el día en que ocurrieron las supuestas amenazas, por lo que se declaró incompetente.
Ahora el juez Cresseri aceptó hacerse cargo del expediente y remitió la causa al fiscal José María Campagnoli, quien días atrás pidió la detención de dirigentes de River y barras del club.
El fiscal recibió el testimonio espontáneo de un testigo que dice haber presenciado toda la secuencia ocurrida el domingo en el Monumental y describió la forma en que los barras accedieron al anillo del Estadio por la puerta Maratón y llegaron, con la supuesta connivencia de la seguridad pública y privada, hasta el vestuario de Pezzotta.
Por eso, Campagnoli pidió las detenciones del secretario de River Daniel Bravo; del virtual responsable de la seguridad interna del club, Gabriel Riccio; de Francisco «Jajo» Bierniakowicz, supuesto vínculo con los barras bravas; del vocal suplente Néstor Morelli; y de los barras bravas Martín Araujo (alias «Martín de Ramos»), Héctor «Caverna» Godoy y Gustavo «El Uruguayo» Larrain; y del policía Matías Ponce.
Fuente: Infobae