La Cámara del Crimen ratificó el sobreseimiento del conductor y empresario televisivo Marcelo Tinelli y de otros integrantes de su productora, Ideas del Sur, denunciados por presunta estafa en los llamados telefónicos en «Bailando por un sueño».
La denuncia sostenía que el programa incitaba a una participación mediante llamados y mensajes telefónicos cuando en realidad esa posibilidad se veía limitada temporalmente y sólo permitía participar de sorteos de órdenes de compra, mas no del pozo principal.
El tribunal ratificó un sobreseimiento de primera instancia a favor de Tinelli, además de Mariano Ignacio Elizondo, Enrique Amos D’Alessandro, Juan Carlos Müller, Juan Vicente Fabián Scoltore, Aldo Emilio Pusterla y Hugo Mario Bustamante.
La denuncia había sido formulada por particulares que sostuvieron que pese a enviar mensajes telefónicos no habían podido participar de los concursos derivados de esa forma de interacción en el programa de mayor audiencia de la TV local.
Los denunciantes, según la sala sexta de la Cámara, «efectuaron los llamados y enviaron los mensajes de texto sabiendo que ya había concluido la votación y que el o los participantes ya habían sido escogidos».
«Las reglas de la competencia por la que votaban daban cuenta de dos concursos independientes. Por un lado participaban por la permanencia de un famoso en el certamen y por el otro por la adquisición de productos», dijeron los jueces Marcelo Lucini y Mario Filozof.
El fallo sostiene que «lo investigado no configura una estafa convencional», y descarta que «el alegado magnetismo y el poder de convocatoria de Tinelli no suple ni excusa la necesaria lectura de los términos del contrato que determinó el envío de los mensajes de texto o con las llamadas telefónicas efectuadas, más aún cuando el querellante reconoció haberlo hecho».
Los denunciantes, «al momento de participar no actuaron bajo engaño. Simplemente pretendieron verificar algo de lo que ya tenían plena certeza. No afectaría en nada su intervención la elección de quienes continuarían en el certamen, pero sí en la obtención de órdenes de compra, extremo donde podrían verse afectados económicamente de no estar pendientes de realización».