Las críticas llovieron luego de que Trump seleccionara Tulsa -lugar de una de las peores matanzas raciales en la historia estadounidense- en momentos en que las protestas antirracistas se multiplican en el país tras la muerte del afroestadounidense George Floyd a manos de la policía.
«Esto no es solo un guiño a los supremacistas blancos, él les está haciendo una fiesta de bienvenida», había tuiteado la senadora Kamala Harris luego de que Trump anunciara el mitin.
El republicano dijo el jueves que reiniciaría su campaña con eventos en cuatro estados: Oklahoma, Florida, Arizona y Carolina del Norte, pese a la pandemia de coronavirus que aún golpea a Estados Unidos.
El mandatario está actualmente rezagado en las encuestas frente al demócrata Joe Biden y espera que los mítines activen a su base ante los comicios del 3 de noviembre.
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