El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sufrió hoy un duro revés en el Congreso, cuando los líderes del propio Partido Republicano retiraron un proyecto de ley para reformar la ley de salud impulsada por el anterior mandatario, Barack Obama, una de las principales promesas de campaña del actual gobernante y sus aliados.
Trump y el presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, negociaron toda la semana para intentar convencer al Freedom Caucus, un grupo de 36 congresistas ultraconservadores, para que voten a favor de la propuesta.
Pero los herederos del Tea Party, que consideran que el proyecto de ley requiere demasiada intervención del Estado, no se dejaron seducir por la propuesta de Trump, quien llegó a ofrecerles la eliminación de las prestaciones básicas del proyecto.
Pocos minutos antes de la votación, Ryan decidió quitar el proyecto y evitar una derrota legislativa que pondría en evidencia la debilidad de Trump, en momentos en los que la aprobación del presidente cayó a 37%.
«Viviremos con el Obamacare en un futuro próximo; no tenemos suficientes apoyos y perdimos, pero no es el fin de la historia, quedan muchos proyectos por delante», señaló Ryan.
En una conferencia de prensa, el líder republicano en la cámara baja prometió seguir trabajando para derogar el actual sistema, impulsado por Obama, aunque admitió que por ahora seguirá en vigor.
«Estábamos a punto de lograr una ambición que todos hemos tenido durante siete años y nos quedamos un poco cortos», lamentó el líder republicano, citado por la agencia de noticias EFE.
«Obamacare es la ley vigente y seguirá siendo la ley vigente hasta que sea reemplazada», aseveró el presidente de la cámara baja, aunque advirtió que «lo peor» del sistema actual «está por llegar».
Lo mismo dijo Trump, en una conferencia de prensa brindada en el despacho oval tras la cancelación de la votación.
«Quizá la mejor cosa que podría ocurrir es exactamente lo que ha ocurrido hoy, porque acabaremos teniendo una gran ley de salud una vez que el desastre de Obamacare explote», sostuvo el mandatario.
No obstante, lamentó la falta de apoyo al proyecto y destacó que la derrota fue por un margen pequeño.
«Estuvimos muy, muy cerca; fue un margen muy pequeño, pero no hemos tenido ningún apoyo demócrata», lamentó Trump, y calculó que con «10 o 15» votos republicanos más, el proyecto de ley habría salido adelante en la Cámara de Representantes, donde ni siquiera llegó a someterse a voto.
Pos su parte, la líder de la minoría demócrata en la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, consideró que el fracaso de los republicanos es «una victoria del pueblo estadounidense».
Pelosi argumentó que el fracaso republicano se debió a sus propias acciones, pero también dijo que los ciudadanos presionaron para defender precisamente esos valores que la propuesta conservadora ponía en jaque.
«El pueblo estadounidense presionó; nuestras líneas telefónicas estaban saturadas; quiero agradecer a todas las personas que se expresaron ante los miembros del Congreso, ya sea para dar las gracias por apoyar la Ley de Cuidado de Salud Asequible (impulsada por Obama) o para acabar con el proyecto de ley republicano», agregó.
El proyecto, presentado por Ryan y apadrinado por Trump, elimina la obligatoriedad de tener seguro médico, congela el programa para los más desfavorecidos y pone fin al aparato impositivo que nutre la red asistencial, al tiempo que mantiene la prohibición a las aseguradoras de rechazar a un paciente con enfermedades previas y da plazos para desmantelar la obra de su antecesor.
Ryan detalló que tras negociar sin suerte hasta último momento, telefoneó a Trump para comunicarle que no se habían conseguido los votos y acordaron retirar el proyecto.
Este es el primer golpe legislativo que recibió Trump desde que llegó a la Casa Blanca, el 20 de enero pasado, pese a que el Partido Republicano tiene una amplia mayoría en el Congreso.
La primera votación estaba prevista para ayer, pero los republicanos decidieron postergarlo por la misma razón, aunque Trump les dio un ultimátum y les exigió que sometieran la propuesta hoy a consideración o, de lo contrario, dejaría en pie el sistema actual.
Enterrar el Obamacare fue una de las grandes promesas de campaña del magnate inmobiliario y algo que los republicanos persiguen desde su aprobación hace siete años, pero no logran ponerse de acuerdo.
La falta de apoyo a la medida deja a Trump en una posición incómoda y abre el debate sobre su capacidad para sacar adelante otros proyectos, entre ellos la reforma impositiva en la que ya anticipó que centrará sus esfuerzos a partir de hoy.
«Probablemente iremos directamente por la reforma fiscal», aseguró Trump antes de despedir a los periodistas.
Fuente: Telam