El episodio ocurrió el domingo pasado, cuando Braylen Carwell (5) dio una vuelta por su barrio en la ciudad estadounidense de Galion. Comenzó a sentir un temblor en el cuerpo y luego terminó con el lado izquierdo de la cara paralizado.
“No sabía dónde estaba ni lo que estaba haciendo”, contó su mamá, Julia Pence, quien creyó que se había tratado de una convulsión. Tras un examen de orina, los médicos descubrieron la verdadera razón de los síntomas: Braylen tenía metanfetamina en la sangre.
Su papá, Cambray Carwell, explicó a las autoridades que había llevado al nene a pedir dulces por Halloween y que, cuando volvió a casa, el chico sufrió una descompensación al sacarse el disfraz. Luego de ser atendido por médicos, el hombre contó a que tiró los caramelos a la basura, mientras que la Policía examinó los dulces recogidos por el niño.
“Sabemos que dio positivo para la metanfetamina, pero no pudimos determinar de qué tipo. No sabemos si era una droga ilegal, un medicamento recetado o qué», indicó Brian Saterfield, jefe de la Policía de Galion, a The Washington Post.
Pese a que la Policía alertó en las redes sociales, no hubo reportes de ningún otro nene en Galion que haya tenido síntomas parecidos. El pequeño estuvo internado durante siete horas y se recupera favorablemente.
