Una ex empleada del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación reconoció hoy en la justicia que amenazó al presidente de la Nación, Mauricio Macri, a su hija Antonia y al resto de su familia en la red social Twitter y dijo que se trató de un «exabrupto» y una «estupidez» porque le habían dado de baja su contrato.
La mujer, de 27 años y cuya identidad este medio mantiene en reserva, fue indagada hoy por el juez federal Ariel Lijo por los tuits que escribió en este mes desde su cuenta @lamarikaos que ya dio de baja.
«Maten a la chiquita», era el nombre de perfil de la cuenta acompañado con una foto de Antonia con los ojos tapados y con «También es aceptable q la vendan a Taiwán, ellos sabrán que hacer» como descripción de su biografía.
«Nuestro odio lo calmaremos con sus hijos. Espero q @mauriciomacri le deje guardaespalda de por vida a antonia», «Si algo hizo mal el kirchnerismo, es no haber matado a toda la burguesía, periodistas y políticos de derecha, en sus 12 años de gestión», «Es nuestro deber matar a sus descendientes, sino esto no termina más», escribió en su cuenta.
La mujer está acusada de «haber amedrentado al Sr. Presidente de la Nación, Mauricio Macri y su entorno familiar, al amenazar de muerte y de forma anónima a sus familiares, más precisamente a su hija, la menor Antonia Macri».
El área de Cibercrimen de la Policía Metropolitana identificó a la mujer que fue cita da a indagatoria luego de ser denunciada penalmente.
«Yo era empleada del Ministerio de Desarrollo Social, puntualmente de la Universidad de la Matanza, por un convenio de Asistencia Técnica con el ministerio. En un exabrupto porque me quedé sin trabajo dije eso que escribí ahí pero sin intenciones de asesinar a alguien, me parece una locura eso. Fue un exabrupto por el enojo que me generó quedarme sin trabajo», dijo la mujer en su indagatoria a la que accedió Infobae.
La acusada sostuvo que en diciembre no le renovaron el contrato pero que trabajó hasta los primeros días de marzo porque le habían dicho que podría seguir trabajando. «Al final no continuó el contrato y no me pagaron ninguno de esos meses. Los meses de noviembre y diciembre me los pagaron en febrero recién. Y fue toda esa sumatoria de cosas lo que me hizo estallar en poner esa estupidez que puse», explicó.
La mujer relató que se desempeñó durante tres en la zona de Quilmes en los programas «Finalización de Estudios Primarios y Secundarios» (FINES), en el que como preceptora coordinaba el dialogo entre el alumnado y las autoridades de educación, y programa «Ellas hacen», destinado a mujeres con más de tres hijos, desocupadas y en muchos casos víctimas de violencia de género para trabajar distintas problemáticas.
Ahora el juez Lijo debe resolver si procesa, sobresee o le dicta la falta de mérito.
