Las obras ligadas al complejo minero industrial se ejecutarán también en las provincias de Neuquén, Río Negro y Buenos Aires, entre las cuales se destacan la construcción de 400 kilómetros de ferrocarril de última generación repartidos; la terminal portuaria propia en Bahía Blanca; la puesta en marcha del primer yacimiento de gas no convencional junto a YPF; la construcción de una unidad generadora de energía eléctrica al pie del yacimiento; así como caminos, electroductos, campamentos y desarrollo industrial.
Según adelantaron los empresarios, durante los 30 meses de construcción el proyecto creará 12.000 nuevos empleos, entre directos e indirectos, y la vida útil de producción se estima en 80 años, el doble del valor de factibilidad.
De este modo, Argentina podría constituirse en el tercer mayor exportador mundial y quinto productor global en cantidad de potasio, macronutriente mineral que se destina en su totalidad a la recomposición de los suelos cultivables.
Esta inversión millonaria, en momentos de crisis internacional, se ubica en sintonía fina con la decisión de las presidentes de Argentina y Brasil, quienes en el marco de la Cumbre de presidentes latinoamericanos realizada en Venezuela decidieron constituir el MIP (Mecanismo de Integración Productivo) para blindar la región frente a los vaivenes de la economía internacional.
