Una mujer descubrió, por accidente, que su esposo abusaba sexualmente de su propia hija adolescente.
Todo comenzó, cuando la denunciante buscaba su DNI en el pantalón de su pareja (oriundo de la localidad de José C. Paz, y con quien se había casada en el 2016). Cabe mencionar que la mujer tenía dos hijos, entre ellas la víctima, fruto de una relación anterior.
Mientras buscaba, halló una tarjeta de memoria. Tras quedarse sola en la casa, verificó su contenido y descubrió imágenes pornográficas de adultos, menores e1 incluso bebés. También, encontró fotos y videos de su propia hija.
En este sentido se pudo comprobar que el incalificable sujeto, solía filmar a la adolescente cuando se duchaba. Llena de asombro, la denunciante descubrió videos en donde pudo ver cómo su propio esposo abusaba sexualmente de la jovencita.
Según se pudo saber, en el documento presentado ante la justicia, hay evidencia suficiente sobre manoseos, acceso, sexo oral entre otras vejaciones.
Sujeto alterado
El sujeto advirtió la ausencia de su tarjeta de memoria y exigió a la mujer que le devuelva su bien con resultado negativo. Fue allí que la agredió físicamente; la situación pasó a mayores, porque intervinieron sus hijos.
Al quedar al descubierto, el sujeto decidió abandonar la ciudad de La Banda. Sin embargo, antes de huir, dejó dos mensajes uno para su esposa y el restante para la adolescente en donde les pedía perdón por todo lo que les había hecho.
Pérdida de un embarazo
La traumática situación que le tocó vivir, provocó que la mujer perdiera un embarazo. Es así que fue internada y los médicos le practicaron un legrado.
Por otra parte, la abogada de la denunciante, Soledad Schejtman formalizó una denuncia que recayó en órbitas de la fiscal Ana Azar, integrante de la Unidad Delitos Contra la Integridad Sexual. “Abuso sexual agravado por la situación de convivencia preexistente en perjuicio de menor”, serían los cargos emergentes, pero aún se ignora la decisión que tomará la Fiscalía con la sobreabundancia de imágenes con menores abusados.
La letrada solicitó la captura nacional del individuo, por entender que los daños son gravísimos para la adolescente, pero a la vez el sujeto representaría un peligro para cualquier niño.
Finalmente se debe mencionar que a los 13 años, la víctima ya había avisado que su padrastro solía tocarla, pero no habría recibido la atención necesaria. Incluso la llevaron a una psicóloga, quien habría mencionado que experimentaba una rebeldía de adolescencia.
