Facundo Campazzo volvió a ser la gran figura en un título del Real Madrid. El Merengue se quedó con la Copa del Rey tras vencer 95 a 66 al Unicaja Málaga, con 13 puntos, 13 asistencias, 4 rebotes y un recupero en 34 minutos del base, de 28 años, que se quedó con el premio MVP. Lo mismo había sucedido cuando la versión basquetbolística de la Casa Blanca conquistó la última Liga ACB y la Supercopa de España: el galardón al mejor jugador se lo quedó el cordobés.
El armador de la selección argentina desplegó todo su arsenal para comandar a su equipo hacia el trono: regaló asistencias de alto vuelo, con su compatriota Gabriel Deck (seis puntos) y el interno Edy Tavares como receptores predilectos. Y dibujó la canasta del partido con una penetración digna de Michael Jordan. Ingresó a pura finta en tierra de gigantes y dejó la bandeja desde una posición incómoda: el balón ingresó luego de coquetear con el aro.
Facundo ya había sido trascendente en las anteriores etapas del certamen. En cuartos de final había aportado 13 puntos, 6 rebotes y 9 asistencias. En semifinales, 15 puntos, 5 rebotes y 9 asistencias. Los medios españoles se sacaron el sombrero ante su rendimiento.
“El argentino, el más bajito en cancha, es un gigante a su manera. Más comedido en las últimas semanas en su búsqueda constante de la genialidad, Campazzo ha logrado equilibrar su juego para dar a su equipo lo que demanda en cada momento, asistencias o puntos. Produce como si estuviera en la línea de una fábrica, como un martillo. El único inconveniente para el argentino (y para el equipo blanco) es que no puede jugar siempre. Y cuando se va, el Madrid se convierte en mortal”, escribió el diario Marca sobre su nivel. “Es un prestidigitador venido de Argentina”, lo definió Movistar básquet.
Se trató del décimo título para el ex Peñarol y Murcia desde que arribó a la Casa Blanca: acumula tres Copas del Rey, tres Supercopas de España, tres Ligas ACB y dos Euroligas. Y a lo largo de su carrera, sumando los títulos en la Argentina y con la casaca de la Selección, el número de vueltas olímpicas asciende a 25.
