Mientras la primaria presidencial estadounidense hacia 2016 se está calentando con fuertes debates y poderosos videos de campaña, una carrera hacia el sur del ecuador está llegando a su punto culminante. La carrera presidencial general argentina culminará con una segunda vuelta el 22 de noviembre entre el candidato de centro-izquierda Daniel Scioli y el actual alcalde de Buenos Aires, Mauricio Macri. Macri, como candidato de «Propuesta Republicana», si es elegido, cambiaría la tendencia del peronismo kirchnerista que ha reinado en la política argentina desde 2003. Macri ya está por delante en las encuestas y el pueblo argentino parece estar listo para un cambio. Sin embargo, sería injusto ofrecerle una despedida a la actual presidente Cristina Kirchner sin reconocer sus fallas. Y así nuestra cuenta regresiva comienza:
5. La muerte de Alberto Nisman -¿Un encubrimiento?-
El 18 de julio de 1994, los terroristas iraníes bombardearon la mayor organización judia de Argentina. El fiscal Alberto Nisman investigó este hecho durante 10 años, alegando que era el resultado de los esfuerzos de Cristina Kirchner para mejorar los beneficios comerciales con Irán y Hezbolá a través de una serie de negociaciones furtivas. El 18 de enero de este año, sólo cuatro días después de que Nisman acusara oficialmente a Kirchner por encubrimiento (lo que llamó una «conspiración criminal»), fue encontrado muerto en su departamento de Buenos Aires. Incluso había declarado el día anterior que podría no «salir de esto con vida». Mientras que los correos electrónicos de Hillary Clinton son objeto de un escrutinio bipartidista abrumador, esos mensajes parecen palidecer en comparación con las acusaciones en contra de Kirchner.
4. Su juego en Twitter -No tan fuerte-
Un tweet emitido por la cuenta de Kirchner después de un viaje a China para negociar acuerdos económicos, se traduce en: «Más de 1.000 participantes en el evento … ¿Son todos de la Campola y sólo aquí por los piojos y petloleum?» Ella está aludiendo a la dificultad de los chino parlantes para encontrar una pronunciación de «arroz», «petróleo» y la «Cámpora», el ala juvenil de su partido político.
Aquí ella menciona al FBI estadounidense, y escribe: «FMI + FBI contra Argentina. No tengas miedo, el FBI es el Fondo Internacional buitre». Después de haber antagonizado a los chinos, no está claro lo que Kirchner espera lograr con este golpe, sobre todo en medio del proceso de default de su país con varios bancos estadounidenses.
3. Su Conocimiento Científico
En 2012, cuando hubo en su país una caída en la calidad de las escuelas secundarias y universidades públicas, Kirchner bromeó: «En la escuela secundaria, la única cosa que aprendí fue que el agua es H20 («hache dos cero»). Nunca pude pasar más allá de eso». Esto sin duda se presenta como un mensaje tranquilizador para todos los estadounidenses que se preocuparon por el rendimiento académico de Barack Obama en (la universidad) Occidental. Siguiendo su carrera de corta duración en la química, Kirchner hizo una apuñalada a la medicina. En su discurso de marzo de 2013, declaró que «la diabetes es una enfermedad de una persona rica, porque son sedentarios y comen mucho.» Tampoco olvidemos el momento cuando Kirchner elogió la naturaleza afrodisíaca de la carne asada de cerdo, en el que describió los beneficios del plato para lograr un estímulo sexual tan fuerte como el del Viagra.
2. Su modestia
Donald Trump ha creado su campaña en torno a un personaje colosalmente egoísta, y algunos de los rasgos más destacables de Cristina se asemejan al spot promocional del candidato a vicepresidente de Trump. Después de anunciar los cambios en los códigos Civil y Comercial en marzo de 2012, Kirchner se sintió «un poco como Napoleón» en el momento, sin un cuerpo legislativo que le supervise sus acciones. Kirchner parece tener un lugar especial para el revolucionario francés, ya que volvió a hacer referencia a Napoleón – esta vez lo comparó con su marido, Néstor- después del pago, en la primavera pasada, de cerca de USD 5.9 mil millones en bonos a los Estados Unidos. «¿Quién crees que pagó la primera cuota, Napoleón, Julio César, o Néstor Kirchner?», preguntó en compañía con el gobernador de Buenos Aires, Daniel Scioli. «Sí, lo adivinaste, Néstor Kirchner.»
1. Inflación
Si hacer comentarios «no-tan-políticamente correctos» sobre países anfitriones y conceptos científicos ciertamente no hizo aumentar sus niveles de popularidad, la inflación pudo haber sido el asunto más perjudicial y agobiante para Kirchner. Argentina tiene dos formas de medir la moneda oficial del país, el peso. Está el valor oficial, moderado, establecido obstinadamente por el Gobierno, y luego está el precio «blue» – el del mercado negro-. Desde 2011, se produjo un notable aumento de la diferencia entre estos dos valores, cuya brecha ahora se encuentra en un alarmante 70 por ciento. Como probables presidentes de la Argentina, esto deja tanto a Scioli como a Macri en una posición abrumadoramente difícil, teniendo que compensar estas cifras de inflación para apaciguar a los acreedores escépticos de todo el mundo. Muchos economistas pronosticaron una devaluación del valor del peso para reducir la inflación, y la recesión económica es probable.
Aunque nunca supo construir puentes, Kirchner no tenía problemas para construir enemigos. La carrera entre Macri y Scioli (el candidato elegido a dedo por Kirchner) sigue siendo cabeza a cabeza, aunque el salto reciente de Macri en las encuestas sólo puede significar un buen augurio para los anti-Kirchner que esperan la inminente segunda vuelta. Independientemente del resultado de la elección, los argentinos – que claman a gritos contra la tiranía y el fascismo en los Andes- esperan ansiosamente el fin del kirchnerismo.
*La nota original fue publicada el 13 de noviembre en el blog de la revista The Politic.
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