La hermana Catalina de María Rodríguez, fundadora de la Congregación de las Hermanas Esclavas del Corazón de Jesús, será proclamada beata por la Iglesia Católica luego de que el Vaticano aprobara su milagro.
Luego del Plenario de Obispos y Cardenales quienes votaron favorablemente la intercesión de Catalina de María Rodríguez, solo resta que el Papa Francisco firme el Decreto de Beatificación y fije la fecha de la ceremonia.
El arzobispado aseguró que se tratará de una fiesta histórica ya que por primera vez se realizará una ceremonia de beatificación en la ciudad de Córdoba.
Indicaron, además, que se reconocerá no sólo la mediación de madre Catalina, «sino su tarea silenciosa y de avanzada, que en cierto modo, transformó no sólo la Iglesia sino la sociedad y la cultura de su época».
El proceso de beatificación atravesó los pasos que determina la Sagrada Congregación para la causa de los santos: en 1998 fue declarada Venerable y desde 2013 se propuso una gracia como posible milagro para la beatificación.
Dicha gracia obtuvo la aprobación de los médicos en julio de 2016, en enero de 2017 fueron los teólogos quienes se sumaron a la determinación de que la misma fue por mediación de Madre Catalina.
El milagro
El milagro aprobado es la curación de una mujer que sanó de una problemática afección cardíaca sin explicación científica.
La mujer es tucumana y se trata de la madre de una empleada del colegio de las Esclavas en aquella provincia.
Quién era Catalina
Catalina de María Rodríguez, cordobesa, contemporánea de San José Gabriel Brochero, fue una laica comprometida que en su vida de casada ayudó a sostener la tarea evangelizadora de los jesuitas.
Ya viuda, a los 49 años funda la Primera Congregación femenina de vida apostólica de Argentina las Hermanas Esclavas del Corazón de Jesús.
Compañera de Brochero
Debieron pasar siete años de trabajosas pruebas, contratiempos, calumnias, soledades, la epidemia del Cólera, para que se hiciera realidad lo que ella llamó su “Sueño Dorado”.
A los 17 años quiso ser religiosa, en 1872 a los 49 años, funda la primera Congregación religiosa de vida apostólica de la Argentina, como ella decía, lo más parecida a los jesuitas, con la centralidad en el Sagrado Corazón y el Carisma del Amor y la Reparación.
Con el Cura Brochero y con diferentes estilos, fueron compañeros de camino.
El Santo le pidió, a 7 años de fundada la Congregación, que mandara un comunidad de hermanas para hacerse cargo de la Casa de Ejercicios y del Colegio de Niñas. 16 Hermanas cruzaron en 1880, las Sierras Grandes a caballo con esta Misión.
Brochero en 1882, le escribe una carta a Catalina diciéndole lo mucho que la aprecia a ella, a la Congregación y a la Comunidad del Tránsito (hoy Cura Brochero) y Catalina destaca en sus Memorias en 1890, que él era un sacerdote humilde, trabajador y de heroica abnegación.