Desde el día 5 de julio en horas de la noche la familia de María Paola Fernanda, de 15 años, buscó afanosamente a la joven sin resultado alguno.
Sorpresivamente en la mañana de ayer una mujer que transitaba por una esquina de barrio Pinares escuchó que una jovencita le solicitaba ayuda a los gritos desde una habitación enrejada.
La mujer llamó al 911 y a la vez convocó con su desesperación a un nutrido grupo de vecinos.
Fuentes del lugar consultadas ayer en la mañana por nuestro matutino confirmaron en un todo lo relatado por un decano del periodismo radial que habita en esa barriada.
Consultada una vecina, la misma aseguró a El Tribuno que el vecindario completo se movilizó cuando llegó la policía al lugar.
Desde el interior de la casa la joven quinceañera que se encontraba sola tras las rejas de la vivienda sin poder escapar del dormitorio donde se hallaba alojada, dialogó tanto con vecinos como con la policía y en un momento dado ante el cariz de los acontecimientos la fuerza pública logró localizar al propietario de la vivienda.
El hombre llegó precedido y acompañado de numerosos uniformados y policías de civiles y procedió a abrir las puertas enrejadas de la casa.
Allí se produjo el recate de la menor, quien señaló al hijo del verdulero como la persona que la mantenía cautiva en contra de su voluntad, desde el mismo día en que la llevó hasta ese lugar, es decir la noche del 4 de julio.
La jovencita fue trasladada inmediatamente hacia la sede policial y luego se aplicó el protocolo de rescate y la ayuda y contención profesional para la víctima.
Los vecinos fueron contundentes al explicar la situación de la menor, a la que vieron tras las rejas durante varios días; además, aseguraron que a ese domicilio ingresaron al menos unos cinco hombres, todos de manera sospechosa y en distintos horarios.
Cerca de la mediatarde la policía capturó al acusado de la privación ilegítima de la libertad (o se entregó) y por orden de Fiscalía de Delitos contra la Integridad Sexual 1 se tomaron distintas testimoniales y se recolectaron pruebas desde el interior del domicilio donde se encontraba la jovencita.
Dramático
Los vecinos relataron que en los pedidos de ayuda de la quinceañera les llamó la atención que la misma hizo hincapié en que le querían teñir el pelo para llevarla a la República Plurinacional de Bolivia.
Tras la intervención de la fuerza pública no hubo más información al respecto pero una fuente policial confirmó anoche que se trata de una de las tantas menores reportadas como desaparecidas en los barrios del oeste de la capital, sobre todo en los complejos Atocha I, II y III.
María Paola Fernanda de 15 años, con domicilio en barrio Atocha II, entonces, fue rescatada desde un domicilio en jurisdicción del departamento Cerrillos y, según la fuente, la calificación primaria sobre el asunto es «supuesto abuso sexual», aunque la privación ilegítima de la libertad estaría semiprobada al requerir la víctima a los gritos ayuda del vecindario para escapar de su encierro.
Una fuente de Pinares señaló además que la joven se hallaba bajo llave, tras las rejas de un dormitorio y en soledad al momento de sus lastimeros pedidos de ayuda.
Al momento de ser rescatada vestía casi las mismas prendas con las que salió de su casa del barrio Atocha II.
La llevaron
Trascendió que la jovencita llegó a Pinares en la madrugada del viernes y desde entonces estuvo cautiva en el domicilio de su supuesto captor, adonde también ingresaron un número no determinado de hombres, según la fuente barrial ayer consultada.
La investigación tras las confesiones públicas de la quinceañera recién comenzaron y de ser cierto lo manifestado a través de la ventana (la joven temía ser llevada al vecino país), la carátula del caso podría agravarse en las próximas horas para el detenido de 20 años y podría extenderse, según una fuente, hacia las personas que ingresaron a ese lugar. Se esperan revelaciones para las próximas horas.
El Tribuno
