El presidente Nicolás Maduro aprobó el viernes una flexibilización parcial del sistema cambiario venezolano al autorizar a los operadores turísticos locales a realizar transacciones en divisas en estrecha coordinación con el Banco Central de Venezuela, una medida que busca estimular el sector turístico como fuente generadora de divisas.
«Vamos a proceder a firmar y publicar en Gaceta Oficial el Convenio Cambiario número 36 para que los operadores de turismo puedan hacer sus transacciones en dólares y en moneda internacional», dijo Maduro en un acto de gobierno transmitido por la estatal Venezolana de Televisión.
«Si vamos a ser un país con potencia turística, tenemos que establecer los mecanismos muy claros para que los turistas puedan comprar sus paquetes y pagar sus servicios como uno hace en cualquier país del mundo», agregó.
Venezuela está agobiada por una muy fuerte inflación que el Fondo Monetario Internacional (FMI) estima que podría llegar este año a 720%, además de severos problemas de desabastecimiento de alimentos, medicinas y otros productos básicos y una fuerte recesión que podría profundizarse por el descenso de los precios del crudo, que genera el 96% de los recursos que recibe el país por exportaciones.
La falta de diversos productos y el deterioro de una amplia gama de servicios se agudizó en los últimos dos años debido a que las autoridades redujeron el monto de venta de divisas oficiales, lo que impide a productores agrícolas y muchas empresas comprar en el exterior materias primas, repuestos y equipos.
Una oferta de vuelos internacionales baja, que se redujo mucho más en años recientes por el férreo control cambiario vigente desde el 2003; así como pocas posibilidades de alojamiento y altos niveles de delincuencia, suelen ahuyentar a potenciales visitantes.
«Nosotros tenemos un gran potencial económico y asumimos el motor turismo con el objetivo de generar las divisas, el ingreso y desarrollo económico del país», insistió el mandatario.
