Tras la convocatoria de Mauro Icardi a la Selección argentina, Wanda Nara desembarcó junto a sus hijos en la Argentina y ya está totalmente instalada. La mediática regresó a su lujoso piso de Nuñez donde va a pasar diez días para terminar de cerrar los negocios familiares.
En una entrevista íntima con Gente, Wanda habló como nunca de la economía familiar, de los que gana Icardi y sus aspiraciones empresariales. Además, aprovechó para “pegarle” a algunas botineras.
En este marco, contó cómo decidió convertirse en la representante de su marido: “Fue paulatino. Al principio no me quería meter en sus negocios, pero él está feliz de que lleve adelante su carrera, porque sabe que nadie lo quiere y conoce como yo. Como representante, siempre prioricé su carrera… Después me preocupo de mi porcentaje”.
“Sin ser abogada, sé poner cláusulas. Tampoco soy contadora, y le estoy haciendo ganar mucha más plata que antes. Ahora, con el Inter compartimos el 50 por ciento de la imagen de Mauro. El club lo compró en más o menos 14 millones de euros, y ahora, en mi opinión, vale más de 250 millones”, agregó polémica.
Luego fue consultada sobre si algunas botineras la envidiaban, a lo que respondió: “Puede ser… Lo que más envidian es que tenga acceso a todas sus cuentas y negocios, y que no nos ocultemos nada. Somos transparentes. No aparentamos y hacemos un negocio con nuestra imagen”.
Wanda fue por más y sin nombrarla le tiró un palito a Jimena Barón, quien supo ser la mujer de Daniel Osvaldo y se caracterizaba por postear fotos mientras le cocinaba a su marido mientras entrenaba o jugaba.
Ni bien se separó de Osvaldo, la propia Barón había bromeada sobre las milanesas: “Me separé. Danielito está en un yate en Ibiza, vaya a saber con cuántas estuvo ya. ¡¿Y la gente piensa que estoy haciendo milanesas en mi casa hace un mes?! ¡Yo también me separé! Esto no es justo, el chico ya resolvió, ¿y yo estoy haciendo piononos? No, que se enteren de que no».
