Con un emotivo abrazo simbólico al viejo algarrobo, alumnos de la Escuela Normal «Doctor José Benjamín Gorostiaga» pidieron su anhelado deseo de PAZ dando por finalizado un exitoso proyecto. La actividad se desarrolló este miércoles, oportunidad en que la comunidad educativa colocó, en las históricas ramas, las «Mil grullas de papel plegadas por la paz» realizadaspor los chicos.
El proyecto educativo que tiene como objetivo pedir que se terminen con las guerras y el sufrimiento de la humanidad fue iniciativa de la profesora Adriana Lizondo, en adhesión a la convocatoria realizada por una Asociación Canadiense de concretar proyectos que incentiven la lectura en los jóvenes y a la vez se pida por la paz.
En ese contexto, la docente propuso el análisis de una leyenda japonesa «Mil grullas» que implicó investigación, la realización de éstos símbolos utilizando la técnica del origami; su posterior envío a Japón; y la difusión de esta labor obsequiando las grullas a personalidades bandeñas expresando su deseo de paz mundial.
Tras concretar cada paso del proyecto se decidió dar por finalizado este trabajo con un abrazo al símbolo de unidad de la Escuela Normal, como lo es el viejo algarrobo, y se colgaron cientos de grullas que sobraron de aquellas mil que ya fueron enviadas a japón.
«Me siento muy orgullosa y feliz por haber cumplido el objetivo junto a mis alumnos y sobre todo porque muchos docentes se sumaron a la propuesta que movilizó no sólo a ésta escuela sino a varias de la provincia y del país, lo que significa que todos tenemos un deseo en común: que reine la paz en el mundo», explicó la profesora Adriana Lizondo.
Asimismo, indicó que en el marco de esta jornada a la que denominaron «Unidos por la paz» se hicieron entrega de los certificados de participación a cada uno de los estudiantes.
Conociendo un poco más de la leyenda de las Mil Grullas
Una antigua leyenda japonesa dice que cualquiera que construya mil grullas de papel, recibirá un deseo .
Las mil grullas se convirtieron en un símbolo de paz a partir de la historia de Sadako Sasaki, una niña que tenía dos años cuando explotó la bomba de Hiroshima. A los 12 años, como consecuencia de esa explosión, le diagnosticaron leucemia. Ella, entonces, deseó curarse con todas sus fuerzas, y comenzó a construír grullas con la esperanza de que si llegaba a las mil, se cumpliría su deseo.
Sadako no pudo curarse de su enfermedad, ni tampoco completar las mil grullas, pero inspiró un mensaje de paz muy fuerte, que todavía llega a los corazones de muchísima gente.
Por eso, en el Día de la Paz, millones de personas envían grullas a Hiroshima desde todos los rincones del mundo . Los niños las cuelgan junto a una estatua de Sadako, y la ciudad brilla con los colores de las aves que representan un deseo de paz.
Mis felicitaciones a toda la comunidad educativa de la escuela Normal Dr. José B. Gorostiaga, a los alumnos que participaron en la concreción de este proyecto y en especial a la profesora Adriana Lizondo por la iniciativa.