Un serio problema se generó en la frontera con Bolivia, donde se denunciaron casos de trata de personas en los que las principales víctimas son chicos menores.
El problema se da generalmente entre las ciudades de La Quiaca y Villazón (Bolivia) , donde tuvo que intervenir el Consulado argentino desde octubre de 2007.
En ese sentido, en ese lapso se recuperaron 622 chicos, de los cuales el 54 por ciento eran mujeres y el restante 46 varones. En 2007 rescataron a 37 niños y en 2010 fueron 167.
Asimismo, 238 de esos chicos no superaban los 5 años, una edad que está por encima del promedio empelado para el tráfico, con el objetivo de venderlos a familias que buscan adoptar hijos.
En tanto, otros 284 tenían entre 10 y 17 años, pero la mayoría de ellos eran menores de 13 años, mientras que los restantes 100 poseen entre 6 y 9 años.
En ese límite denunciaron que la frontera «no tiene control y hay infinidad de pasos naturales no controlados y el cruce es libre».
En tanto, a 1.200 metros al este del puente internacional en Ojo de Agua, el único inconveniente para cruzar la frontera es tener que vadear el río La Quiaca, que en la mayor parte del año se cruza de un salto.
A unos 2.400 metros al oeste del puente, la calle quiaqueña Jujuy desemboca en el barrio boliviano La Florida sin ningún cartel que indique que ya se encuentra en el país vecino, publicó hoy diario Clarín.
En general se trata de chicos que son hijos de trabajadores golondrina que nacieron en la Argentina y niños de comunidades de Potosí.
De los chicos recuperados hasta el momento, el 18 por ciento eran argentinos y el 82 por ciento eran bolivianos.
Fuente: Infobae