Luego de las primarias del domingo, y tras varios rumores que indicaban una posible ruptura en la Unión para el Desarrollo Social, el candidato a gobernador bonaerense, Francisco De Narváez, ratificó el acuerdo para las elecciones de octubre, aunque admitió que muchos radicales y peronistas «no compartieron» esa alianza.
En declaraciones a Radio 10, De Narváez también dijo que, pese a la gran diferencia que logró Daniel Scioli en la provincia, «más de la mitad de la ciudadanía pide un cambio», y dijo que trabajará para lograr el apoyo de ese sector.
«El resultado no era el esperado, hay un muy fuerte acompañamiento al oficialismo. Esto nos hace replantear de qué forma comunicamos nuestras ideas. Siento que no estamos comunicando bien nuestras ideas. Creo que la provincia debe ser gobernada de mejor manera. Y si bien hay casi un 50% que acompañó al gobernador Scioli, hay más del 50% que quiere un cambio, y vamos a seguir tratando de representar a ese porcentaje», señaló el diputado.
Con respecto a las causas de la dura derrota electoral, De Narváez se lo adjudicó, por un lado, a la «pujanza económica», pero por otro, admitió que el acuerdo con Alfonsín generó rechazo tanto en el peronismo como en el radicalismo.
«Hay varios factores. La pujanza de la economía ha influido mucho, y tal vez nosotros no lo hemos advertido. También hay muchos militantes radicales y peronistas que no compartieron este acuerdo electoral que logramos con Alfonsín. Esto no lo vamos a modificar porque no se hace un acuerdo para una elección y si el resultado no es bueno se rompe ese acuerdo. Vamos a mantener este acuerdo y vamos a transmitirlo con mayor seguridad», señaló.
De Narváez también confirmó que intentará dialogar con otras fuerzas de la oposición de cara a octubre. «Vamos a intentar captar los votos peronistas en la provincia. En el plano de la provincia de Buenos Aires, la puja es entre Scioli y De Narváez. Por eso voy a conversar con las otras fuerzas políticas de la oposición para intentar sumarlos, para conformar una forma de mirar la política de la provincia de Buenos Aires de otra forma que el oficialismo. Más de la mitad de la población de la provincia quiere un cambio en la provincia», aseveró.
