La posición de reservas en divisas del Banco Central finalizaron la semana en u$s49.949 millones, con un exiguo retroceso de u$s30 millones en la jornada, tras la intervención oficial en el mercado de cambios. En la semana cedieron apenas u$s132 millones, a pesar de la fervorosa demanda de divisas de bancos y empresas.
¿Qué evitó que las reservas acusaran un mayor deterioro? La respuesta la tiene el más tradicional refugio de valor: el oro se acercó a sus niveles máximos de u$s1.900 por onza y funcionó como un escudo para la hoja de balance de la entidad.
La institución que preside Mercedes Marcó del Pont estuvo más activa que lo habitual en el mercado de cambios, para nivelar la cotización de la divisa norteamericana, que llegó a tocar $4,27 en el segmento minorista y $4,25 en el mayorista, y se estabilizó al cierre a $4,24 y $4,20, respectivamente.
El Banco Central realizó intermitentes intervenciones de u$s100 millones y al mediodía ofreció un lote de u$s500 millones para sobreabastecer la demanda. Bancos y empresas sólo tomaron 200 millones.
El Central informó que la variación de las divisas frente al dólar (euro: -0,53%, libra esterlina: +0,27%, oro: +2,49%) y los títulos externos que forman parte de los activos arrojaron un saldo positivo para la entidad, a la vez que se concretó la cancelación de obligaciones varias.
Informes periodísticos señalaron que la autoridad monetaria cuenta con unas 54 millones de toneladas de oro entre sus activos, tras las fuertes compras de reposición que hicieran los ex presidentes de la entidad, Alfonso Prat Gay y Martín Redrado, que representaban el equivalente a u$s13.400 millones en diciembre y unos u$s17.640 millones en la actualidad, después de la intensa escalda de la cotización del metal precioso ante la crisis financiera externa.
De esta forma, las reservas del BCRA habrían ganado en la jornada u$s430 millones con la revalorización del metal amarillo, monto que permitió moderar una eventual abultada caída de activos por la demanda de dólares de la plaza cambiaria.