«Esta Presidente no va a instalar respuestas, no he venido para eso a Rosario», aclaró Cristina Kirchner en el inicio de su discurso y evitó así referirse a las denuncias del gobernador Hermes Binner.
La mandataria consideró que sería un «pobre y flaco favor» para la «comunidad y para la sociedad «instalar debates inapropiados».
Cristina Kirchner se distanció así de las denuncias de Binner sobre presuntas maniobras de clientelismo político que se habrían instrumentado desde el kirchnerismo en el marco de la visita presidencial a esa provincia.
«La ciudadanía evalúa; la ciudadanía evalúa como hace siempre a través de la forma más cristalina y clara, que es el voto. El resto debemos ocuparnos de gobernar», indicó.
Luego de detallar algunos de los aportes del gobierno nacional a Santa Fe, la jefa de Estado señaló: «No se preocupe, gobernador Binner, cuando tomamos decisiones no las tomamos pensando en el color político».