Josh Fattal y Shane Bauer (foto) estuvieron encarcelados durante dos años en Irán, desde su arresto en julio de 2009 en la frontera con Irak hasta el pasado 21 de septiembre, cuando fueron liberados a cambio de una fianza de un millón de dólares. Al momento de su detención, ellos aseguraron que estaban haciendo montañismo y que ingresaron a territorio iraní por error. Pero Irán los acusó de espionaje.
Es sabido que Sean Penn es crítico de la política exterior de su país y cultiva la amistad de líderes como el presidente de Venezuela, Hugo Chávez.
Ahora, la agencia Reuters informó que el afamado actor y director se habría servido de esas «malas compañías» para ablandar el corazón de los ayatolás y acelerar el trámite de excarcelación de los estadounidenses y su regreso a los Estados Unidos. Penn habría viajado a Venezuela para pedirle a Chávez que intercediera ante su aliado, el presdiente iraní Mahmoud Ahmadinejad, a fin de obtener la liberación de los dos jóvenes.
«Sean Penn estuvo muy comprometido en este caso, viajó a Caracas hace algunos meses para tratar el tema con Chávez y siguió su evolución», dijo una fuente citada por Reuters. Consultado al respecto, el representante de Penn sólo confirmó que el actor estuvo implicado en el proceso, pero se negó a dar detalles.
Por su parte, el viceministro de Relaciones Exteriores de Venezuela, Temir Porras, dijo que Chávez planteó el caso a Ahmadinejad, tras ser informado por amigos de los estadounidenses pertenecientes a «círculos intelectuales». Según Reuters, se trataría de Sean Penn.
El artista también se ha involucrado en campañas por los derechos de los homosexuales, por los damnificados del huracán Katrina y contra la intervención estadounidense en Irak. Y no ha dudado en reunirse con dirigentes muy mal vistos por Washington. También expresó públicamente su descontento por el trato de «dictador» que cierta prensa estadounidense le da a Hugo Chávez. El bolivariano le devolvió el favor pidiendo que Washington nombrase a Penn embajador en Caracas.
