Una vez más, Francisco volvió a sorprender al mundo al salir de su «encierro» en el Vaticano para ir a comprarse personalmente un par de zapatos ortopédicos. La salida del Papa ocurrió ayer, martes -un día de lluvia en esta capital-, pero trascendió hoy gracias a imágenes posteadas en Facebook por los afortunados que se encontraban en la misma tienda de ortopedia -Fisioitop- de la Vía del Gelsomino, cerca del Vaticano.
Como es sabido, el ex arzobispo de Buenos Aires usa zapatos ortopédicos hechos a medida por su zapatero porteño, Carlos Samaria. «El Papa vino aquí por una serie de motivos», dijo a la prensa italiana el titular de la tienda que recibió sorpresivamente al Pontífice, sin dar más detalles. Presumiblemente, Francisco fue a comprarse un par de zapatos nuevos, o a hacer algún arreglo en los viejos, acorde a su estilo austero y sobrio.
No es la primera vez que, en otro reflejo del «escándalo de la normalidad» que representa, el Papa sale del Vaticano para hacer shopping personalmente, como una persona cualquiera. El 3 de septiembre del año pasado, en efecto, creó revuelo en el corazón del centro histórico de Roma al aparecer en una óptica de la Via del Babuino, cerca de Piazza del Popolo, para cambiar sus lentes. «No quiero un armazón nuevo, sólo rehacer las lentes, no quiero gastar. Pero hágame pagar lo debido», le había explicado al dueño.
En las imágenes aparecidas ahora en Facebook de su nueva escapada a un negocio de otropedia, puede verse al Papa bendiciendo a un crucifijo.
Elisabetta Piqué/ La Nación