Las reservas del Banco Central finalizaron en u$s46.020 millones, con un incremento diario de 13 millones de dólares. De esta forma, los activos del ente que preside Mercedes Marcó del Pont volvieron a sumar después de dos semanas.
Precisamente, la última suba de reservas se había registrado el pasado 2 de noviembre, cuando pasaron de 47.429 millones a 47.450 millones de dólares.
Las reservas perdieron u$s558 millones en la última semana y u$s1.503 millones en lo transcurrido de noviembre, una cifra que se eleva a u$s5.843 millones desde los u$s51.863 millones del 2 de agosto, un día antes del pago del Boden 2012.
El dólar al público despidió la semana en baja a $4,24 para la compra y $4,28 para la venta, frente a un máximo de 4,30 que alcanzó unas jornadas atrás.
La operatoria del dólar informal continuó inactiva este viernes por cuarta sesión, como respuesta del mercado a recientes medidas que buscan desalentar la compra de divisas y a presiones gubernamentales para frenar la depreciación de la moneda local.
Los operadores dijeron que se están realizando «visitas» de funcionarios a grandes operadores del llamado mercado «blue», en el que se realizan operaciones sin registro, para que los negocios se pacten a un nivel de 4,4/4,5 pesos por dólar.
«Sigue sin haber negocios y los pocos valores que se escuchan son solamente referenciales a 4,7 ó 4,75 (pesos por dólar)», dijo un cambista a Reuters. «Creo que es mejor adaptarse a los valores que quieren (los funcionarios de 4,4/4,5 pesos) antes que quedarse sin hacer operaciones», afirmó.
El lunes, el último día en que se realizaron negocios concretos, el peso informal cerró a 4,77/4,79 unidades por dólar, luego de alcanzar la semana pasada niveles mínimos históricos de 4,995 unidades por dólar para la venta.
Los operadores añadieron a Reuters que los inversores privados prefieren mantenerse alejados del mercado porque «no quieren figurar», lo que artificialmente aumenta la liquidez de dólares y permite al Banco Central recomprar algunas divisas para sus reservas.
A finales de octubre, buscando desalentar la operatoria con divisas y frenar la fuga de capitales del país, el Gobierno dispuso que las compras de dólares deben ser autorizadas previamente por la oficina recaudadora de impuestos (AFIP), entre otras medidas.
Los negocios caratulados como «contado con liquidación», en los que se compran bonos o acciones en la plaza local en pesos para luego venderlos en el exterior y así obtener divisas, convalidaron un tipo de cambio de 4,72 pesos.
En el mercado marginal, el dólar se mantuvo firme en $4,74 aunque «no hay mercado (compradores) para el dólar (en el circuito formal) por las presiones cruzadas desde varios organismos oficiales, lo que es aprovechado por el Banco Central para comprar divisas y así disimular la caída de reservas por el goteo de depósitos en moneda extranjera», dijo el cambista a DyN.
El dólar mayorista subió una milésima a $4,257, máximo del día, con mínimo en $4,255, lo que significó un retroceso de 1,5 centavo en la semana.
El volumen operado ascendió a limitados u$s246,2 millones en el mercado de contado (spot) y u$s54,2 millones en los futuros.
El real brasileño caía a 1,784 por dólar (1,4 centavo en la semana) y quedó aquí a $2,41, una merma de cuatro centavos desde el último viernes. El euro se recuperó dos centavos a $5,80, aunque cayó seis centavos desde el último viernes.
En el exterior, el euro sacó provecho de la ligera distensión de la crisis de la deuda europea y logró mantenerse por encima de los 1,35 dólares. El Banco Central Europeo (BCE) fijó el cambio oficial del euro en 1,3576 dólares.
El programa de ajuste del gobierno de Mario Monti en Italia y recientes declaraciones de altos representantes del BCE lograron estabilizar un poco el euro después de que estar bajo presión a la largo de una semana en la que perdió casi tres céntimos.
El experto en divisas del banco HSB Trinkhaus Rainer Sartoris aseguró a EFE que, aunque la base para que el mercado de divisas se tranquilice es buena, los riesgos son muchos y cualquier novedad en la crisis de la deuda puede volver a aumentar la presión.
