El Poder Judicial y la Universidad Católica de Santiago del Estero (UCSE) suscribieron, durante 2016, el Protocolo IV que permitió la creación del Equipo Técnico de Asistencia a la Violencia del Gabinete de Psicología Forense, en el marco del existente Convenio entre ambas instituciones, firmado en agosto de 2002.
Se trata de un espacio en donde alumnos de la carrera de Licenciatura en Psicología de la Facultad de Ciencias de la Educación (FCE) de la UCSE llevan a cabo sus Prácticas Profesionales Supervisadas (PPS), con el objetivo de que los mismos puedan incorporarse a ámbitos institucionales para poner en práctica sus conocimientos adquiridos durante el transcurso de su carrera, colaborando en servicios de desarrollo social, en acciones de asistencia, investigación y prevención. Actualmente, un total de 10 estudiantes avanzados de la carrera se encuentran llevando adelante sus PPS en el Gabinete de Psicología Forense.
El Equipo Técnico tiene como función recibir a personas derivadas de organismos como OMAS, Juzgado de Género, Fiscalía y la Oficina de Violencia, evaluar cada caso, planificar un tratamiento y posteriormente comenzar la asistencia previa. Esta labor realizada por los estudiantes avanzados es coordinada por un responsable técnico, integrante del equipo interdisciplinario profesional del Poder Judicial.
En dialogo con la Coordinadora del Equipo Técnico de Asistencia a la Violencia, Lic. Gabriella Azar, expresó que la creación de este espacio surge bajo la idea de ofrecer contención y asistencia al victimario. “Aunque suene contradictorio, la persona violenta usa esa manera patológica de expresar su lenguaje y su forma de ser. Nuestro trabajo de ninguna manera trata de justificar esto, sino de entender al violento y demostrarle que hay una realidad en la que no necesita llegar a esa instancia de violencia, realizando un trabajo motivacional y asistencial”, especificó la profesional en Psicología Forense.
Con respecto a la modalidad de trabajo, la Lic. Azar explicó: “Hacemos un seguimiento riguroso de cada caso, y cada 15 días se envía a las OMAS un pequeño informe evaluativo, donde se constata si la persona se ha presentado o no, si cumple con lo que se le pide, si se registró alguna evolución en su caso y si hay disposición a continuar por ese camino. En el informe que elevamos, se incluye todo lo que pueda ser productivo o no productivo, para que las OMAS tomen las medidas pertinentes”.
La Lic. Gabriella Azar es la encargada de coordinar y supervisar el trabajo que lleva adelante el Equipo Técnico, donde cada uno de los pasantes analiza, en cuatro sesiones, un caso en particular para ver cómo se está desarrollando, y en función de eso se realizan las modificaciones que se requieran. En caso de que sean necesarios más de cuatro encuentros, éstos se extienden hasta que el victimario presente algún avance, tras lo cual es derivado a continuar con psicoterapia en organismos como UPAs y Hospitales que brinden este tipo de atención. “Eso sólo es posible una vez que observamos que en el paciente se despierta la inquietud de generar un cambio por sí mismo, no sólo por recuperar la familia, sino por un deseo propio de sentirse mejor y cambiar su entorno”, afirmó Azar.
Desde la implementación del protocolo, y ya en pleno funcionamiento, el Equipo Técnico de Asistencia a la Violencia arrojo los primeros resultados positivos de la práctica, manifestando un gran compromiso y dedicación de los universitarios, alcanzando los objetivos anhelados en la firma del convenio interinstitucional. “Los pacientes están cumpliendo con todos los requisitos y colaboran. Tienen la necesidad de ser escuchados, y nuestro equipo lo hace en función de generar un cambio positivo”, dijo la profesional, al tiempo que consideró como “un gran desafío” trabajar con victimarios, ya que muchas veces la problemática no se ve limitada a la violencia propiamente dicha, sino que hay otros factores determinantes como las adicciones.
“Cada paso es muy particular, y en ese aspecto, realizamos un trabajo interdisciplinario con organismos como SEDRONAR, para abordar, al mismo tiempo, la adicción y la actitud violenta. Nosotros no trabajamos en el hecho violento cometido, sino en la violencia como hábito incorporado en ellos”, profundizó.
Con respecto a la creación de este Equipo Técnico de Asistencia a la Violencia, Azar consideró que se trata de algo muy significativo dentro del Poder Judicial, ya que es un espacio para ofrecer al victimario la capacidad de reflexionar sobre él mismo. “El que ejerce la violencia no tiene su lugar, y también debe ser visto como una persona que padece las consecuencias de su accionar, porque la violencia es un proceso cíclico. Muchas veces no puede darse cuenta solo y nosotros le ofrecemos las herramientas para que pueda generarse un cambo”, sostuvo la Lic. Gabriella Azar.
“De a poco nos vamos abriendo camino como Organismo y se da a conocer nuestro trabajo. No debemos olvidar que la violencia, el femicidio y los abusos sexuales son temas que desbordan a nuestra sociedad actualmente, y debemos trabajar sobre eso para revertir la situación”, finalizó.