La canciller alemana, Angela Merkel, realizó estas declaraciones en un encuentro en Berlín con sindicatos de los países del G20, en el que aseguró que si Londres impone un cupo anual de comunitarios que pueden emigrar a Reino Unido, la UE tendrá que decidir qué traba establece por su parte «para compensar».
«Si el gobierno británico dice que la libertad de movimiento de las personas no es ya válida, entonces eso tendrá su precio», afirmó la jefa del gobierno alemán.
Querer mantener la libre circulación de bienes, servicios y capitales pero no el de trabajadores «no funcionará», agregó la canciller, que reiteró que las denominadas cuatro libertades fundamentales son inseparables.
Asimismo, Merkel señaló que la conformación de las relaciones futuras entre la UE y Reino Unido es algo que «está en manos» del gobierno británico.
Ahora el marco regulatorio de ambas partes es igual pero, tras la salida de Reino Unido del bloque, Londres podrá por supuesto cambiar «libremente» sus normas, explicó Merkel, quien en septiembre buscará ser reelecta por cuarta vez al frente de la principal economía de la UE.
«Entonces veremos cómo reaccionamos», indicó Merkel, quien consideró que la UE deberá dar una respuesta a los cambios que se den en el terreno de juego de la competencia y citó, a modo de ejemplo, posibles rebajas en los estándares medioambientales.
La canciller destacó la «gran complejidad» del proceso de salida y de las consecuencias que tendrá en multitud de ámbitos, como el control en aduanas de todos los componentes que proveedores continentales suministran a diario a la industria del motor en Reino Unido.
«Va a ser muy complicado porque todo tendrá que ser regulado», indicó Merkel
Fuente; Telam