En la mañana de este sábado arrancó el trabajoso proceso de traslado del monumento de Juana Azurduy desde el Parque Colón, detrás de la Casa Rosada, hacia las inmediaciones del Centro Cultural Kirchner, donde quedará emplazado definitivamente.
Unos 20 trabajadores empezaron a las ocho de la mañana las primeras tareas para enganchar el monumento a dos grúas que lo depositaron sobre un vehículo de gran porte que lo moverá hasta su nueva ubicación, en la plaza seca ubicada frente al CCK.
El procedimiento resulta bastante engorroso ya que se trata de un monumento de grandes proporciones que requiere mucho cuidado para ser movido sin generar roturas.
El proceso tuvo como primer paso enganchar los cuatro vértices de la base cuadrada del monumento a dos grúas que lo colocaron encima de un carretón de 30 metros de largo, el más grande que hay en el mercado.
Cerca del mediodía, ese lento trámite ya estaba resuelto, y una hora después, la enorme obra de arte aún permanecía en el lugar, mientras los obreros la sujetaban con suma rigurosidad y comprobaban que todo estuviera en condiciones para iniciar el recorrido hasta el CCK. Por eso, permanecía cortado el tránsito sobre los tres carriles mano al Sur de la Avenida La Rábida (la curva que hace el Bajo detrás de la Casa de Gobierno).
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También había una tercera grúa en el Parque Colón que se ocuparía de trasladar el mástil de la bandera que ayer fue sacada de ese lugar.
Durante el movimiento del monumento, tenían previsto cortar tres carriles Leandro N. Alem y la mano norte del Metrobus.En total, debían trasladarlo a 500 metros de su ubicación actual, en un proceso que, como se preveía, tomaba toda la mañana y buena parte de la tarde.
Los encargados del traslado no saben a ciencia cierta el peso exacto del monumento, pero estiman que ronda las 25 toneladas. Cada movimiento debe hacerse con mucho cuidado para evitar que se deteriore.
El monumento en sí mide nueve metros, pero está colocado sobre un pedestal de otros siete metros. Debido a su gran tamaño también deberán remover la puerta de la reja perimetral y uno de sus paños. Sólo así podrán sacarlo sobre el carretón para llevarlo por la calle hasta el CCK.
Por el momento no se sabe a qué hora se completará la mudanza, pero sí o sí debe ser antes de las 17.30, hora en que vence el seguro de las grúas utilizadas para este proceso.
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El motivo del traslado de este monumento es que en ese lugar el Gobierno de la Ciudad proyecta construir el Parque del Bajo,un pulmón verde entre las avenidas Belgrano y Corrientes y Paseo Colón y Madero. Para ello, ampliarán las veredas, sacarán las rejas y realizarán un nuevo trazado de la Avenida La Rábida. Así, toda la parte trasera de la Casa de Gobierno se convertirá en un paseo peatonal. Otro de los traslados previstos es el del helipuerto presidencial, que pasará a estar dentro del perímetro de la Casa Rosada y no afuera, como hasta ahora.
El monumento en homenaje a Azurduy (luchadora por la independencia del Virreinato del Río de la Plata) es obra de Andrés Zerneri y fue inaugurado el 15 de julio de 2015 luego de que se sacara de ese mismo lugar el que homenajea a Cristóbal Colón.
Esta situación generó una gran polémica entre el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y el gobierno nacional de entonces. El retiro de la estatua de Colón, que se completó en junio de 2013, había generado un intenso debate, junta de firmas y discusiones varias entre funcionarios y algunas ONG que querían mantenerlo en ese lugar.
Finalmente, el monumento de Colón fue desmantelado y llevado a un terreno cercano al Aeroparque Jorge Newbery y el de Azurduy se construyó gracias a una donación de un millón de dólares del gobierno boliviano. En el acto de inauguración estuvieron presentes la ex presidenta Cristina Kirchner y el primer mandatario de Bolivia, Evo Morales.
Ahora, la obra que recuerda a Juana Azurduy y los luchadores de la Independencia estará a metros del ingreso al CCK. El autor de la obra se mostró satisfecho por el traslado. «Estoy contento con la mudanza porque en el nuevo lugar pasa más gente, se hace más democrático el acceso a la escultura», sostuvo Andrés Zerneri a Télam. Y agregó: «La misión en términos de comunicación va a quedar intacta, es un homenaje a una mujer que fue tan poderosa como San Martín o Bolívar».
