El detenido por el crimen del niño Gastón Bustamante, perpetrado en Miramar, Julián Ezequiel Ramón, finalizó la declaración que prestaba en los tribunales de Mar del Plata.
El novio de la hermana del niño inició a las 11 la declaración indagatoria ante el fiscal Rodolfo Moure, en el octavo piso del edificio ubicado en Brown 2046.
Tras la indagatoria, el fiscal indicó que el sospechoso explicó todos los indicios que había en su contra y ahora se convocará a declarar a todas las personas que pudieran corroborar su versión, entre ellos la madre y la hermana de la víctima.
“Él realizó un relato espontáneo, contestó las preguntas de la Fiscalía y de la defensa. Allí estaban todos los indicios que se le imputaban. El relato comienza con lo que sucedió el día anterior y luego continúa con días posteriores”, indicó Moure.
Consultado sobre la huella dactilar que apareció un televisor y que habría sido la principal prueba para imputarlo como autor del crimen, el fiscal informó: “Ahora, en prisión, recordó que el día anterior había tocado el televisor”.
“Yo tengo acreditado que la misma persona que trasladó la televisión fue la que asesinó a Gastón. Ahora el sospechoso recordó haber tocado el televisor, que es un dato nuevo. Pensamos en llamar a todas las personas que nombró para corroborar lo que dijo”, continuó el fiscal.
Moure confirmó que Ramón fue uno de los familiares que se mostró más activo a la hora de averiguar el andar de la causa. Es más, llegó a visitar 45 veces la DDI, algo que llamó la atención de los investigadores.
El fiscal reveló, además, que Ramón había impulsado a su novia –la hermana de la víctima- a presentarse ante la Justicia para denunciar que la familia había recibido amenazas, algo que podría estar relacionado con la muerte del joven Gastón.
La declaración
Julián Ramón estuvo acompañado por su abogado, Alejandro Borawski, informaron a DyN fuentes judiciales.
El fiscal Rodolfo Moure tenía previsto indagar ayer al joven, pero la audiencia fue postergada a pedido del abogado defensor Alejandro Borawski, quien pidió más tiempo para «conocer el expediente y ver la causa».
Tras la declaración de su defendido, Borawski explicó que «el fiscal tiene 15 días, prorrogables por otros 15, para analizar la declaración de modo minucioso para ver si considera necesario o no evacuar algunas pistas».
Y detalló que «el fiscal permitió que el imputado preste una declaración de modo amplio, conciso, con preguntas de la defensa y del fiscal».
Borawski destacó el interés que el fiscal puso en cada uno de los puntos de sospecha, incluso «el dato no menor que implica la huella dactilar en el televisor».
«Los pasos son ahora saber si el fiscal evacuará citas o no y durante el transcurso de estos días analizará la posibilidad de pedir la prisión preventiva», puntualizó.
Rocío Bustamante, novia del joven arrestado y hermana de la víctima, concurrió ayer a los tribunales acompañada por los padres del detenido, Liliana Rogmanoli y Miguel Angel Ramón, y reiteró ante los cronistas su confianza en la inocencia de su pareja.
«Confío ciegamente en él, sé que él no fue», dijo la joven de 18 años, abrazada por el padre de Ramón (ver notas relacionadas).
Las pruebas
El joven quedó involucrado en la causa principalmente porque sus huellas fueron halladas en un televisor que había sido movilizado en la mañana del 21 de noviembre en la casa de los Bustamante, cuando Gastón fue asfixiado con una media y golpeado.
Las huellas sobre el televisor resultaron clave para el fiscal, que basó el pedido de arresto en las pruebas científicas detectadas, aunque la defensa intentará rebatir ese argumento porque sus visitas a la casa eran constantes y el aparato se encontraba en un espacio que comunica la habitación con el comedor, donde era habitual que se lo moviera de un ámbito a otro.
La madre de Ramón también reiteró ayer que su hijo era «totalmente inocente» y cuestionó al fiscal Moure al recordar que «dijo que no iba a agarrar a ningún perejil, pero evidentemente se contradice con todo lo que ha hecho».
«Pienso que se viene la temporada de verano, entonces hay que agarrar a alguien», manifestó la mujer en declaraciones radiales.
Asimismo, fortaleció una coartada para su hijo, a quien cámaras de un supermercado ubicado a dos cuadras de la casa de los Bustamante lo grabaron diez minutos después del crimen.
Al respecto, dijo que el joven fue a realizar «compras al supermercado Toledo» y cuando regresó a su casa su novia «lo llamó para avisarle lo que había pasado».