El Gobierno de Nueva Zelanda anunció este jueves que evalúa la posibilidad de imponer un impuesto al turismo de entre 25 a 35 dólares locales (de 17,4 a 24,4 dólares o de 15 a 21 euros) ante el aumento de visitantes al país.
La tasa, que se aplicaría a los turistas que entren al país por menos de doce meses, se recolectará a través de las solicitudes de visado o de la Autoridad Electrónica de Viajes (ETA, en inglés) propuesta para mejorar la seguridad fronteriza.
El gobierno defendió la medida «para garantizar que nuestros visitantes internacionales contribuyen a las infraestructuras que utilizan y ayuden a proteger el espacio natural del que gozan», según un comunicado.
Con esta tasa el gobierno prevé recaudar unos 55,7 millones de dólares.
El impuesto, del que serán exentos los ciudadanos de Australia y varias naciones del Pacífico, se discutirá a partir en una ronda de consultas a la ciudadanía junto a otros asuntos de inmigración.
También se exceptuará del pago a diplomáticos, militares, personal médico y humanitario, así como los pasajeros en tránsito, a los acreedores de visados de visita de negocios y del APEC o niños menores de dos años, entre otros.
Según datos oficiales de marzo de 2018, unos 3,8 millones de extranjeros llegaron a Nueva Zelanda en los doce meses previos, lo que supone un incremento de 7,8 por ciento respecto al año anterior.
Con información de EFE
Fuente: Infobae